El Govern dio la espalda en pleno a la vuelta de la selección española a Cataluña, 18 años después del último partido que había disputado en el territorio. Como estaba previsto, la Generalitat no contó con representación institucional en el partido amistoso frente a Albania que el equipo nacional disputó este sábado en el RCDE Stadium de Barcelona.
El evento, esperado durante mucho tiempo por los aficionados, albergó más de 35.000 personas, que se mostraron en todo momento entusiasmados con el retorno de la selección, que no disputaba en encuentro en Cataluña desde un ya lejano 2004, con ocasión de un partido frente a Perú, también de carácter no oficial, que se celebró en Montjuïc.
Agendas despejadas
Lo cierto es que no se esperaba la presencia en el partido de ningún componente del Ejecutivo encabezado por Pere Aragonès, dado que las agendas oficiales de los consejeros no reflejaban ningún acto relacionado con este evento.
Durante la mañana, Aragonès y todos los consellers, junto con los secretarios generales, participaron en las denominadas Jornadas de Trabajo de la Generalitat.
Presencia en waterpolo
Posteriormente, el único evento deportivo que figuraba en la agenda de algún miembro del Govern, en este caso la secretaria general de Deportes y Actividad Física, Anna Caula, era el partido correspondiente a la vuelta de la final de la Euro Cup de waterpolo que enfrentó al local Astralpool Sabadell y al italiano Telimar Palermo.
A lo largo del partido de fútbol celebrado en el estadio del Real Club Deportivo Espanyol, el público se mostró encantado con la vuelta de la selección española a Cataluña y entonó en diversas ocasiones cánticos reivindicativos de la pertenencia de Cataluña a España.
Deseos de volver
También se desplegó una gigantesca bandera con los colores de la enseña nacional en la que se podía leer un mensaje de apoyo de Barcelona a la selección. Todo el estadio se pobló de banderas españolas portadas por una afición que no dejó de animar al combinado dirigido por Luis Enrique, exfutbolista y extrenador del FC Barcelona.
Precisamente, a la finalización del encuentro el seleccionador se mostró encantado de que el partido se hubiese disputado en la Ciudad Condal y manifestó su deseo de que no tengan que transcurrir otros 18 años para que España dispute su siguiente partido en tierras catalanas.