Tras el estallido de la guerra en Ucrania y la llegada de los primeros refugiados a Europa, cerca de 11.000 familias catalanas se ofrecieron para acoger a menores no acompañados en sus hogares. Aunque finalmente solo formalizaron la petición alrededor de 3.000 familias, la cifra sigue siendo muy elevada en comparación con las ofertas que suelen recibirse en otros contextos.
“Normalmente se tardan semanas o incluso meses en encontrar una familia de acogida para los menores que llegan solos a Cataluña. En cambio, con el caso de los niños ucranianos, no hace falta esperar. Hay familias de sobra”, aseguran fuentes de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) de la Generalitat a Crónica Global. La DGAIA es la entidad responsable de asumir la tutela de los menores migrantes que llegan solos a Cataluña, y en el caso de haberla, encontrar una familia de acogida para ellos.
Otras nacionalidades
Desde la entidad aseguran que de momento han llegado 150 menores ucranianos a Cataluña: “La mayoría de los niños que están huyendo de esta guerra vienen con sus familias, es raro que aparezcan solos. De hecho, llegan muchos más niños y jóvenes de otros países que de Ucrania". Desde que empezó el año, Cataluña ha registrado la entrada de 278 menores no acompañados de otras nacionalidades, casi el doble que la cifra de los procedentes de Ucrania. Gran parte de estos jóvenes son de origen marroquí o subsahariano.
De estos 278 menores, solo el 7% viven en familias de acogida. “Prácticamente todos los jóvenes que tenemos en el sistema de protección viven en centros, en familias de acogida sólo alrededor de una veintena”, aseguran desde DGAIA. “La edad no ayuda, la mayoría de los que viven con familias son niños. Con los adolescentes, en general, cuesta encontrar familias que quieran acogerlos.” añaden.
Una acogida más digna
El portavoz de la Coordinadora Obrim Fronteres, Karim Sabni El Garraf, critica que los mecanismos de acogida que ha puesto en marcha la Generalitat ahora, no se pusieran en marcha en 2018 ante la llegada masiva de menores no acompañados a Cataluña. El portavoz recuerda que si estos protocolos se hubieran activado antes, muchos niños y jóvenes habrían podido recibir “una acogida más digna”.
“Ahora, los menores que llegan de Ucrania pasan directamente a disposición de la DGAIA. Antes, muchos tenían que pasar primero por comisarías y luego por la fiscalía de menores, donde eran sometidos a preguntas y ponían en duda su edad. A veces, el proceso se demoraba tanto que tenían que pasar varias noches en la comisaría”, ha asegurado.
Organizaciones denuncian un trato diferenciado
La portavoz de la asociación SOS Racisme Catalunya, Paula Rossi, critica el trato mediático e institucional que se da alrededor de los menores no acompañados: “Los niños que llegan solos de Ucrania son vistos como niños. En cambio, los que vienen de otros países, primero son vistos como inmigrantes ilegales y luego, como niños”.
Por otro lado, la responsable del programa de migración de Càritas Barcelona, Elisabeth Ureña, asegura no recordar “un número tan elevado de ofertas de acogida” durante otras crisis migratorias como la de Siria en 2015. “Todo tiene que ver con la proximidad” señala.