El Ayuntamiento de Barcelona ha impulsado una regulación que prohíbe la apertura de nuevos supermercados “fantasma” y que limita la instalación de 'macrococinas', que solo podrán alojarse en zonas industriales.
El plan tiene como objetivo apostar por el comercio de barrio y “decir no” a los negocios fantasmas, ha asegurado la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad del consistorio, Janet Sanz.
Supermercados “fantasma”
Los supermercados “fantasma” son establecimientos camuflados en los barrios que venden sus productos exclusivamente a través de plataformas, actuando como almacenes.
La regulación también afectará a las llamadas 'macrococinas' que actúan del mismo modo que los supermercados “fantasma”, ofreciendo comida para entregar a domicilio, sin necesidad de tener un espacio abierto al público.
Licencia complementaria
Una vez aprobado, se abre ahora un periodo de máximo un año para presentar alegaciones e incorporar propuestas por parte de los actores implicados. Después, se prevé aprobar el plan definitivamente. Los establecimientos que reparten comida a domicilio, deberán solicitar una licencia específica para poder hacerlo. Tendrán dos años para poder pedirla.
La concejal de Comercio, Mercados y Consumo, Montserrat Ballarín, ha asegurado que esta regulación busca dar respuesta a tres cuestiones. Por un lado, la saturación de la movilidad como consecuencia de la acumulación de ‘riders’ en la ciudad. Por otro lado, mejorar las condiciones laborales de los repartidores. Por último, encajar el fenómeno de la proliferación de comida a domicilio en Barcelona.