La distancia ya no supondrá un impedimento a la hora de valorar la evolución real del alumnado. La Universitat Oberta de Catalunya (UOC), la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el centro tecnológico Eurecat han empezado a utilizar la inteligencia artificial para detectar a los alumnos en riesgo de suspender antes incluso de que se celebren las pruebas finales. Asimismo, mediante el uso de esta nueva tecnología, las universidades que ofrecen cursos a distancia ya son capaces de identificar fraudes o plagios en los exámenes online.
Laia Subirats, profesora de Informática, Multimedia y Telecomunicación en la UOC e investigadora del Eurecat, explica que el uso de la inteligencia artificial permite detectar posibles fraudes ya que el sistema hace una estimación de la nota que se espera que alcance un determinado alumno. “Si un alumno obtiene una nota muy superior a la esperada por nuestro sistema, nos podría hacer sospechar”, ha explicado.
Permite conocer la evolución del alumnado
Con esta técnica se solventa uno de los mayores problemas de la educación no presencial, que es conseguir información sobre la evolución de los alumnos para poder ofrecerles apoyo a tiempo. Este problema se había agudizado con la pandemia, que obligó a suspender los exámenes y las clases presenciales. Por eso, las universidades apuestan por el uso de estas tecnologías innovadoras que permiten mejorar el rendimiento del alumnado.
Hasta la implementación de este sistema, las tres instituciones llevaron a cabo cuestionarios a 396 alumnos durante los cursos escolares 2016-17 y 2020-21. Los estudiantes respondieron a las encuestas, con preguntas adaptadas al nivel que habían ido demostrando individualmente, antes de los exámenes finales.
Las limitaciones de la inteligencia artificial
Gracias a la inteligencia artificial, a partir de sus respuestas, se detectaron alumnos excelentes que iban bien encaminados, pero también otros en riesgo de suspender. Este nuevo método permitirá a las universidades mejorar su educación gracias a la “detección de los estudiantes que estén en riesgo de suspender para que alumnos y profesorado puedan reforzar el aprendizaje”, explica Subirats. Además, el sistema también es capaz de detectar a aquellos estudiantes que estudian de forma continua, dado que obtienen mejores resultados en los tests.
Sin embargo, la profesora e investigadora reconoce que el sistema presenta algunas limitaciones, dado que ha sido muy difícil descubrir a aquellos estudiantes que “pueden tener peores calificaciones porque estudian en el último momento, ya que el sistema no puede predecirlo con suficiente antelación".