Este martes está previsto que comiencen las obras de transformación de la Via Laietana pese a las quejas de la oposición, que rechazan la propuesta de reforma integral de una de las principales arterias de la Ciudad Condal. A pesar de las múltiples enmiendas al proyecto, el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido seguir adelante con lo previsto y emperezar los trabajos para destinar más espacio a los peatones, a las bicis y a los espacios verdes y mejorar la conexión entre los barrios del Gòtic y de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera.
En esta primera fase, que está previsto que dure hasta mayo de 2023, se abordará la transformación de esta histórica vía, desde la plaza de Urquinaona hasta la plaza de Antoni Maura, incluyendo la reurbanización de la calle Jonqueres. Aunque las obras de este primer tramo se iniciarán en junio, está previsto que desde hoy se comiencen a renovar las redes de servicios del subsuelo, la mejora de la red eléctrica y las canalizaciones.
Primeras afectaciones
En una segunda fase, el Ayuntamiento de Barcelona ha explicado que se abordarán las obras de renovación desde la plaza de Antoni Maura hasta la plaza Antonio López, que está previsto que finalicen en 2024.
Este martes se registrarán las primeras afectaciones de movilidad por los trabajos en la acera del lado Besòs. Las obras invadirán una vía de servicio de aparcamiento de motos y carga y descarga y un carril de circulación descendiente entre la plaza de Urquinaona y la calle de Jonqueres, sin que afecte al tráfico en sentido ascendente.
Vecinos y comerciantes, en contra
Las afectaciones más graves comenzarán en el mes de abril, cuando las obras se centren en la acera del lado Llobregat y el sentido montaña quedará restringido para el tráfico a un solo carril. Además, esta alteración se mantendrá hasta que finalicen las obras. El Ayuntamiento de Barcelona sugiere a los particulares que conduzcan turismos o bicicletas que opten por otros itinerarios alternativos para evitar atascos.
Sin embargo, los sectores económicos que se verán afectados por la reforma integral de la Via Laietana y los vecinos alertan de que el proyecto provocará retenciones diarias ante la decisión del Ayuntamiento de priorizar el transporte público y dejar un solo carril para los coches. Por eso, han alzado la voz para protestar en contra de un proyecto que no ha contado con el consenso de vecinos y comerciantes.
Un solo carril de bajada
La reforma, que prevé que la vía tenga un único carril de bajada para los turismos privados, dos de autobús –uno en cada sentido de la circulación—un carril bici segregado de subida y aceras de cuatro metros, no acaba de convencer a los vecinos, comerciantes y entidades locales, que han trasladado sus duras sobre los nuevos retos de movilidad que planteará la reorganización propuesta por el gobierno de Ada Colau.