Montañas de bolsas de basuras, plásticos y cartones invaden las calles y plazas de Vilanova i la Geltrú. Los vecinos de la capital del Garraf sufren incrédulos las consecuencias de una huelga de recogida de residuos que deja imágenes dantescas y que suma ya más de 72 horas: un parón que dio comienzo el pasado lunes 21 de febrero cuando los empleados de Valoriza --empresa que gestiona el servicio-- iniciaron una interrupción de la actividad que todavía hoy sigue en pie y que amenaza con mantener de forma indefinida.
A pesar de que en los últimos días las relaciones con el equipo de gobierno han sido más fluidas, el comité que representa a los 39 trabajadores del servicio insiste que mantendrán la reivindicación hasta que el ayuntamiento de la localidad barcelonesa retire el pliego de condiciones de la licitación del nuevo sistema de recogida y, así, se les permita incorporar las mejoras que pretenden introducir en el convenio laboral de los próximos años. Una medida que, por el momento, no contempla el consistorio.
Más de un centenar de personas se han dado cita la tarde de este jueves en la plaza de la Vila del municipio en una manifestación convocada por la propia plantilla de empleados a la que se han sumado los principales dirigentes de UGT y CCOO en el territorio. Una concentración celebrada a pocas horas de que dé comienzo de forma oficial el Carnaval en la ciudad y a las puertas de una posible nueva huelga de los servicios de limpieza viaria convocada para este mismo viernes. En este caso, un conflicto que nace por la falta de acuerdo entre el comité de empresa homólogo y la propia Valoriza por la falta de actualización del IPC de 2020 y 2021.
En declaraciones a Crónica Global, David López, presidente del comité de empresa del servicio de recogida de residuos de Valoriza, reconoce que en los últimos días el consistorio que preside Olga Arnau (ERC) ha incluido el convenio colectivo actual de los trabajadores en el pliego de condiciones de la licitación del nuevo sistema de recogida puerta a puerta, tal y como ya avanzó días atrás este medio. Una modificación que tildan de "insuficiente", ya que el acuerdo regulador añadido caducó el pasado 31 de diciembre.
En este sentido, el representante de los empleados aclara que lo que ahora se pide es continuar la negociación con el consistorio e introducir las nuevas condiciones y mejoras económicas en el perfil del contratante. Una acción que consideran que es "innegociable" y cuyo único objetivo pasa por que estas reivindicaciones sean reconocidas, queden blindadas y sean respetadas por la futura adjudicataria del servicio. De no ser así, continuarán secundando el paro, pues consideran que se les está condenando a siete años de sueldos congelados.
Por todo ello, acusan al gobierno municipal, y en concreto, a la concejal de Espacio Público, de haber mentido y de ser los "principales culpables" de la situación de estancamiento en que se encuentra el conflicto. De hecho, López remarca que es consecuencia de la falta de diálogo durante la redacción y posterior aprobación del pliego en septiembre de 2021, cuando el pleno dio luz verde al nuevo modelo de recogida con el voto contrario de toda la oposición. Si bien, ahora, con la paralización del Tribunal de Contratación lamentan que el ayuntamiento alegue que no se puede realizar nada al respecto, dado que el proceso de licitación se encuentra suspendido.
Mientras tanto, continúan los servicios mínimos decretados por el Departament de Treball de la Generalitat por todo el tiempo que dure la huelga. En este sentido, se mantiene la recogida de la fracción orgánica y de rechazo cada 48 horas, mientras que la selectiva de papel y cartón se hará al 50%. El entorno de los centros sanitarios, educativos y asistenciales con servicio de comedor conservan la totalidad del servicio. Así las cosas, mientras dure la huelga, el ayuntamiento pide de nuevo a la ciudadanía que minimice siempre que pueda bajar la basura a la calle y la guarde en sus hogares.