La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha declarado la prealerta por sequía en la conurbación de Barcelona. Esto afecta directamente al sistema fluvial Ter-Llobregat, en el que el Govern hace a penas una semana había sopesado instaurar la alarma previa por el descenso de reservas de los embalses.
En estos momentos los embalses que nutren a Barcelona y su área metropolitana se encuentran al 56% de su capacidad. De hecho, para evitar el rápido descenso de las reservas, las desalinizadoras han incrementado hasta el 85% su producción para depurar el agua del sistema Ter-Llobregat.
Restricciones de la prealerta
El escenario de prealerta no supone restricciones para los usos cotidianos de agua de la población. No obstante, se instaurarán medidas no convencionales, como la desalinización, y se prevé la activación de pozos de sequía y agua regenerada.
El ACA ha informado de forma telemática a los municipios afectados de estas medidas para el suministro de agua mientras dure la prealerta. Esta semana se publicará en el Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) el estado de sequía, que se revisa mensualmente.
Sistema Fluvià-Muga
El norte de Cataluña, especialmente gran parte del Alt Empordà sigue en situación de alerta por sequía. El acuífero del sistema Fluvià-Muga, que abastece a 22 municipios de la comarca, sigue a 15,8 metros sobre el nivel del mar, aunque en octubre se encontraba a 15,4 metros.
En este caso, las restricciones se basan en las limitaciones particulares para determinados usos urbanos y para el consumo global de agua. Este último punto supone que el abastecimiento máximo es de 250 litros por habitante y día.