Siete de los okupas desalojados el pasado jueves de la nave del Gorg siguen acampando en la plaza Cotonifici de Badalona cinco días después. Según el regidor del ámbito de protección social del Ayuntamiento de Badalona, David Torrens, 51 ya han pedido ayuda a los servicios sociales, por lo que han sido destinados a albergues de la ciudad.
El resto de okupantes --del centenar que residía en el número 164 de la calle Progrés-- han buscado alojamiento "por su cuenta" en otras naves okupadas o en pisos de conocidos, según explica el regidor.
Controlados por la Guardia Urbana
Las personas que duermen en ese espacio están siendo "controladas" durante las 24 horas del día por la Guardia Urbana, aseguran los propios vecinos, quienes celebran el desalojo de la nave porque los integrantes generaban "problemas de convivencia", explican a Crónica Global. Para ellos, el ayuntamiento de momento no dispone de una solución, al no haber solicitado ayuda a servicios sociales. "Difícilmente se les podrá dar una salida", ha apuntado Torrens.
Desde el consistorio están "en contacto" con entidades como Cáritas, con quienes prevén encontrar una alternativa habitacional para los acampados. De hecho, el alcalde de Badalona, Rubén Guijarro, se reunió el pasado sábado con los residentes del barrio del Gorg y les trasladó su "compromiso” de solventar el problema "en unos días". La voluntad del alcalde socialista es, según fuentes municipales, “encontrar mecanismos de colaboración más allá del ámbito municipal”, ya que considera que es una problemática que también se da en otros lugares del área metropolitana.
Piden la "implicación" del Gobierno
Desde el equipo municipal también solicitan la “implicación” del Gobierno de España. “O el Estado les echa o les debe permitir trabajar para que puedan obtener un alquiler adaptado a sus probabilidades”, apunta Torrens (Junts). Además, cree que el Ejecutivo debe ser “valiente”, afrontar esta “realidad” y tratar de legalizar a aquellos que lleven un tiempo en España y que tengan “voluntad de trabajar”.
Mientras, los vecinos se quejan de las "incomodidades" que genera tener a esas personas ocupando la vía pública en condiciones insalubres. Denuncian el ruido que tienen que soportar, sobre todo por la noche. "Hasta la una de la madrugada, como mínimo, están con la música o hablando. Es su estilo de vida. Si lo hacían dentro de la nave, también lo hacen fuera".