Los Reyes Magos devuelven la nieve a los Pirineos. Cataluña afronta este puente un nuevo temporal derivado de una masa de aire polar. Las celliscas que se produjeron durante el puente de la Purísima, a principios de diciembre, dejaron una blanca temporada de esquí que arrancó con fuerza. No obstante, la escasez de precipitaciones hizo tambalear la atracción de esquiadores a las estaciones, que ahora volverá a repuntar con las primeras nevadas del año.
Fuentes del servicio meteorológico de Cataluña (SMT) o meteocat apuntan a este medio que el miércoles volvió el frío y la nieve a cotas de a partir de 600 metros en los Pirineos catalanes. También lo hizo el viento, con rachas de hasta 100 kilómetros por hora. La mayoría de ventiscas se dieron en Vall d’Aran, Alta Ribagorça, Pallars Sobirà y La Cerdanya. Aunque también se registraron precipitaciones heladas en algunos puntos de Pallars Jussà y Alt Urgell. Después del día de Reyes, con ambiente soleado hasta media tarde, este primer puente de 2022 cubrirá de blanco las estaciones de esquí de toda la cordillera.
Boí, Aran y Pallars
Las comarcas más al norte de Cataluña serán las primeras beneficiadas de la caída de los copos de Reyes. Vall d’Aran, Alta Ribagorça y Pallars Sobirà registrarán espesores que superarán los cinco centímetros de nieve. De hecho, en la región aranesa nevará exponencialmente, y ya se han contabilizado entre 10 y 15 centímetros de grosor en Sasseuva (a 2.228 metros) y en el Port de la Bonaigua (a 2.266 metros).
Vall de Boí (Alta Ribagorça) y Vall d’Aran son las comarcas donde más ha resistido el turismo navideño el embate de la crisis pandémica. Así lo confirmaron las primeras estimaciones del sector a Crónica Global, junto a la ocupación hotelera en La Cerdanya. Las comarcas de los Pirineos gerundenses también esperan nevadas, que se darán a partir de la madrugada de este sábado en cotas de entre 800 y 1.200 metros.
Nieve para esquiar
La estación de esquí más alta de los Pirineos, Boí-Taüll, y la única en la vertiente atlántica, Baqueira-Beret, registraron las primeras nevadas la víspera de Reyes. Fuentes de la zona aseguran a este medio que esto ha dejado un manto base muy necesario para los primeros días de enero. Los resorts de Ripollès, La Cerdanya y Pallars Sobirà también contarán, previsiblemente, con escapadas de última hora este fin de semana, de amantes de este deporte alpino.
La única estación de esquí del Prepirineo, Port del Comte, en Solsonès, tampoco quedará huérfana de nieve. Este viernes se espera que las precipitaciones derivadas de la masa de aire polar alcancen cotas más bajas y renueven la capa blanca de las pistas más cercanas a Barcelona.
El temporal Celia dio un arranque espectacular de temporada, que fue derritiéndose poco a poco durante las fiestas navideñas. Las temperaturas elevadas dejaron a merced de los cañones de nieve la calidad de las pistas. Las escasas celliscas y las lluvias pusieron en jaque la temporada alta de este deporte alpino. Y la propia asociación de estaciones declinó dar datos hasta después de Reyes. Los esquiadores cuentan con una segunda oportunidad para deslizarse por las laderas de las montañas de los Pirineos antes de volver al pleno apogeo laboral.