La Clínica Universidad de Navarra (CUN) probará en 100 pacientes infectados de Covid-19 un tratamiento de desinfección nasal mediante terapia fotodinámica que podría reducir al mínimo el contagio del virus.
“Se trata de un proceso de fotodesinfección nasal, que podría eliminar el reservorio del virus en la nariz del paciente contagiado, evitando así que infecte a otras personas”, explica la clínica responsable. El objetivo que se persigue es “reducir al mínimo la posibilidad de que las personas con Covid-19 contagien a otras durante las fases iniciales de la enfermedad”.
Evita los contagios
En un vídeo compartido en Twitter por la clínica navarra, el doctor Alejandro Fernández Montero, especialista en medicina del trabajo, explica que, de confirmarse el éxito del tratamiento, la fotodesinfección permitiría “erradicar la carga viral que se acumula en la mucosa nasal, que es el principal reservorio del coronavirus”, por lo que se disminuiría la capacidad de contagio de los pacientes infectados.
Por otro lado, el doctor Francisco Carmona, especialista en enfermedades infecciosas, asegura que el estudio se sustenta sobre pruebas realizadas en Canadá, “donde la administración de este tratamiento intranasal ha tenido un papel relevante en la descolonización de bacterias multirresistentes, sobre todo en pacientes que van a ser sometidos a intervenciones quirúrgicas. Además, confirma que en el centro ya han realizado una labor in vitro donde se ha confirmado la eficacia del tratamiento sobre cultivos de SARS-CoV-2.
Reduce el tiempo de recuperación
El ensayo se servirá de un dispositivo de la compañía canadiense Ondine Biomedical Inc que será utilizado en un centenar de pacientes que hayan dado positivo en una prueba PCR, pero que no requieran de un ingreso hospitalario. Por el momento, la CUN es el único hospital del mundo que realizará el novedoso estudio.
De obtener unos resultados positivos, el tratamiento podría suponer un gran paso en el camino hacia la erradicación del virus. Montero explica que ofrecería múltiples ventajas. “La primera sería de salud pública, disminuyendo la capacidad de contagio de los pacientes y evitando las grandes olas epidemiológicas que estamos sufriendo. Otra, sobre los sanitarios y cuidadores de personas dependientes, que se tienen que recluir cuando tienen Covid y dejan de prestar su actividad asistencial”. Pero también sería beneficioso para la economía, dado que permitiría una pronta reincorporación de los trabajadores a sus puestos de trabajo. Y, por último social, “nos permitiría retomar antes las relaciones sociales con otras personas”, incide el doctor.