El cierre de bares y discotecas en Nochevieja hará que se disparen los botellones masivos y las fiestas ilegales. Así lo ha asegurado la Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) por el “aumento de las buenas temperaturas y que la gran mayoría de municipios no tienen toque de queda”.
Fecasarm ha mostrado su “preocupación” por la “inexistencia total de oferta de ocio nocturno legal ni de restauración más allá de la una de la madrugada” durante Nochevieja. Esto, según las estimaciones de los empresarios de pubs y discotecas, provocará un “notable y creciente aumento de fiestas ilegales”, que prevén se materialice en más de 1.500 botellones en Cataluña durante la noche de fin de año.
Desorden público
Los más de 1.500 botellones masivos que se prevén en la comunidad irán acompañados, según Fecasarm, de “graves desordenes públicos” como los de La Mercè. La organización cree que las restricciones Covid del Govern provocarán el colapso de los servicios de policía y emergencias durante esa noche.
Fecasarm, frente a este escenario, acusa a la Generalitat de haber “abocado a la gente al ámbito ilegal incontrolable y sin medidas sanitarias ni seguridad”. La federación sigue a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) resuelva el recurso que presentó ante el alto tribunal el lunes para la suspensión de las medidas Covid navideñas.
Confusión de horarios de cierre
El secretario general de Fecasarm, Joaquim Boadas, ha explicado que han “consultado a los departamento de Interior y Salud por no haber ninguna resolución dictada durante la pandemia que haya dejado sin efecto el artículo 10 de la Orden de Horarios del año 2011 y que regula el desalojo de los locales”. Por el momento no han obtenido respuesta, dado que la sentencia del 23 de diciembre prevé que la clausura de las salas sea a las 00.30 horas, más 30 minutos para el desalojo de los establecimientos lo que imposibilitaría la celebración de las campanadas de fin de año.
“Entendemos que se encuentra plenamente vigente --el artículo 10 de la Orden de Horarios de 2011-- y que este periodo de desalojo siempre ha de existir”, ha sentenciado Boadas. Por ende, la polémica surge por el cambio de normativa y la que sigue vigente, que imposibilita a bares, cafés teatro, salas de conciertos y discotecas celebrar las campanadas de este año, y que sume en una confusión a empresarios del sector.