Eugen Marin Sabau, el extrabajador de Securitas que el martes sembró el pánico en Tarragona tras abrir fuego contra varios de sus excompañeros, se ensañó especialmente con el gerente de la empresa.
El hombre, de 52 años, se encuentra ingresado en estado crítico en el hospital Joan XXIII de Tarragona tras recibir el impacto de cinco proyectiles. Según el Diari de Tarragona, al trabajador le han extirpado el bazo y continúa en estado muy grave. Los facultativos tendrán que operarlo de nuevo para extraer una bala que tiene incrustada en un pulmón, otra muy cerca del corazón y la metralla de los hombros. Las próximas horas serán decisivas para saber cuál es su evolución.
Otros dos excompañeros heridos
En el mismo hospital se encuentra ingresada, también en estado grave aunque no se teme por su vida, otra compañera que recibió tres tiros: uno en una extremidad, otro en un glúteo y un tercero en la vejiga.
El más leve de los heridos en la empresa de seguridad es un hombre que tuvo que ser sometido a una cirugía el miércoles tras recibir un disparo en una mano y otro en el muslo. Se espera que en las próximas horas pueda recibir el alta. La cuarta trabajadora que se encontraba en la oficina en el momento del tiroteo, y que se resguardó detrás de una mesa, resultó ilesa.
Disparó a un policía
Durante la huida, Eugen se encontró con un control policial en la rotonda de la T-11. Los agentes, que se encontraban a la altura de Maspujols, formaban parte de un operativo desplegado por los Mossos d’Esquadra para detenerlo.
Para evitar su arresto el pistolero abrió fuego contra uno de los agentes, provocándole una herida de entrada y salida en el brazo. El agente fue evacuado en un helicóptero del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) hasta el hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Está estable y fuera de peligro.
El autor, muy grave
El que se encuentra también muy grave es el propio autor de estos hechos. Eugen recibió un disparo en la arteria femoral y dos en los brazos cuando el Grupo Especial de Intervenciones (GEI) trataba de reducirlo.
El pistolero se atrincheró en el cobertizo de una masía abandonada del municipio de Riudoms donde permaneció más de dos horas en las que pistolero y los agentes mantuvieron una tensa negociación. Sin embargo, por motivos que no han trascendido, el autor abrió fuego contra los Mossos, por lo que fue neutralizado. Un helicóptero lo trasladó hasta el hospital de Bellvitge, donde continúa en estado crítico.
Aficionado al tiro y con formación militar
El autor de estos cuatro intentos de homicidio es un joven de nacionalidad rumana aficionado al tiro deportivo y que cuenta con licencia para tres tipos de armas. De hecho, tiene en su propiedad cuatro pistolas y un rifle. Además, fuentes cercanas al caso inciden en que en su país de origen habría recibido formación militar.
Según la declaración de los testigos, además de hacer uso de una pistola, durante el tiroteo llegó a utilizar un subfusil. Aunque su profesión como vigilante de seguridad le permite manejar armas, y contaba con licencia para ello, los Mossos investigan la procedencia de la munición utilizada durante el asalto.