Este miércoles arranca en la Audiencia de Barcelona la vista oral de una de las piezas que componen la controvertida macrocausa de corrupción policial vinculada al tráfico de drogas bautizada como ‘caso Macedonia’.
Los tres próximos días, en la Sala de la Audiencia se podrán escuchar las cuestiones previas presentadas por las partes. No será hasta el 17 de enero de 2022 cuando los acusados tendrán que declarar sobre su presunta vinculación con una organización criminal dedicada al narcotráfico.
Un subinspector de los Mossos
Uno de los principales acusados, para el que la Fiscalía solicita 11 años de prisión, es Josep R., subinspector de los Mossos d’Esquadra. El Ministerio Fiscal mantiene que el subinspector colaboró con una red de narcotraficantes filtrando a sus miembros datos confidenciales sobre las investigaciones en curso, lo que frustró varias operaciones antidroga.
Por estos hechos, el fiscal lo acusa de los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, cohecho y revelación de secretos. La Fiscalía estima en 121.000 euros las ganancias de Josep R. por su presunta colaboración con la banda.
Un confidente del la policía
Otro de los acusados, para los que el Ministerio Público solicita otros 11 años de prisión es Manuel G.C., que se habría embolsado casi dos millones y medio de euros procedentes del narcotráfico. La Fiscalía cree que el acusado, confidente de la Policía Nacional, de los Mossos y de la Guarcia Civil, lideraba el entramado criminal que manejaba el tráfico de droga en el Baix Llobregat, el Garraf y el Penedès.
La Fiscalía sostiene que el acusado sometía a un “estricto control” al resto de imputados en la causa, muchos de ellos encargados de distribuir y comerciar con la droga. Además, mantiene que Manuel C.G utilizaba su estrecha relación con las fuerzas y cuerpos de seguridad para mantener bajo su yugo a los demás miembros de la organización.