El idioma como foco de conflicto con el sistema educativo de fondo es un tema recurrente del nacionalismo, del catalán y también del vasco. Cataluña lo está llevando estos días a su máxima expresión, con una familia acosada --con cierto beneplácito de la Generalitat-- por recurrir la inmersión lingüística en catalán en el colegio donde estudia su hijo de 4 años y que ha conseguido mediante sentencia del Tribunal Superior de Cataluña que al menos el 25% de las enseñanzas sean en castellano.
En el País Vasco, la nueva Ley de Educación a la que se está empezando a dar forma, tendrá también el idioma, en este caso el euskera, como uno de los principales focos de discusión y de conflicto.