Las comarcas del Barcelonés, el Tarragonés y la Selva han disminuido población estacional en 2020, según el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat). Por primera vez, el Barcelonés tiene unos resultados negativos en relación al 2019.
Barcelona es el municipio más afectado en este tipo de población respecto al año anterior. Ha pasado de 91.633 personas equivalentes a tiempo completo anual (ETCA) en 2019 a 23.842 en 2020.
Consecuencias del coronavirus
Desde el Idescat lo asocian a las consecuencias derivadas del coronavirus. La reducción del turismo y las afectaciones en la movilidad han provocado que muchas personas de otros municipios de Cataluña no tengan que trasladarse a residir a Barcelona por motivos laborales, de estudios, de residencia o turísticos, mientras que antes de la pandemia acogía a mucha población por alguno de esos motivos.
Salou, en Tarragona, y Lloret de Mar, en Girona, han perdido 19.731 personas ETCA y 13.952, respectivamente. Fuentes del Idescat explican a Crónica Global que estos municipios tenían mucha población estacional por el turismo, algo que se ha visto afectado por el Covid-19. Por último, en Cerdanyola del Vallès se ha disminuido en 7.111 personas ETCA. Se trata de un municipio conocido, entre otras cosas, por estar cerca de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Es por ello que, a raíz de haberse limitado la presencialidad en las clases, se ha reducido también la población residente.
Badalona, L'Hospitalet y Santa Coloma
Por otro lado, ha aumentado la población estacional en los municipios de Badalona, L’Hospitalet de Llobregat y Santa Coloma de Gramenet, los cuales normalmente tenían cifras negativas porque muchos de sus habitantes se movían a otros lugares para trabajar o estudiar.
Debido al Covid-19, “se ha marchado menos gente y, por tanto, existe más gente empadronada”, según fuentes del Idescat, lo que hace que ahora tenga más población estacional. Desde el instituto matizan que, no es que aumente su población, sino que “los que antes se marchaban, ya no lo hacen”.
Restricciones de movilidad y teletrabajo
Desde la Asociación de Consultoras Inmobiliarias (ACI), su presidente, Ricardo Martí-Fluxá, comparten el diagnóstico del Idescat. "Las restricciones a la movilidad, la expansión del teletrabajo o la configuración de un consumidor con nuevas necesidades y hábitos han sido algunas de las consecuencias del Covid", ha explicado.
Además, ha apuntado un crecimiento de la concienciación por "ganar en seguridad y confortabilidad" en espacios más sostenibles y respetuosos con al medio ambiente. "Hay una mayor demanda de viviendas donde se prefiere estar fuera de los grandes núcleos, de las grandes capitales, siempre que estén bien comunicados y con hospitales, centros comerciales, parques y demás servicios a poca distancia", ha añadido.
Alquileres más caros
Sin embargo, el socio fundador de BCN Advisors, Francisco Nathurmal, lo atribuye también a otros motivos. Advierte de que el precio del alquiler en Barcelona también influye en que la población estacional de esos municipios aumente. “El encarecimiento de los alquileres provoca que mucha gente tenga que irse a otros barrios y a otras zonas periféricas cercanas y bien comunicadas con Barcelona”, ha manifestado en declaraciones a este medio. Aun así, ha asegurado que está habiendo un repunte en los datos y en la demanda de viviendas.