La manifestación contra la reforma de la ley mordaza celebrada ayer en Madrid ha generado división entre los sindicatos que representan a los cuerpos policiales en Cataluña.
CSIF, que sí participó en la movilización, ha cargado en un comunicado contra los sindicatos corporativos de los Mossos por su ausencia. El sindicato ha ha señalado que sus representantes acudieron en representación tanto de las policías locales de los municipios catalanes como de los Mossos d'Esquadra.
Críticas contra Fepol
Sin embargo, ha lamentado que la manifestación, y el hecho de que no asistieran dichas organizaciones, "ha estado politizada desde Cataluña". CSIF ha cargado duramente contra el sindicato Fepol, "que dice ser, pero no lo es, el garante de la defensa de los derechos de la policía de Cataluña", en referencia a los Mossos y los cuerpos municipales.
De hecho, ha acusado a Fepol de estar subordinada a la agenda de UGT: "Una vez más, ha obedecido a su sindicato matriz y no han estado". En el comunicado, CSIF ha asegurado que "seguirá luchando desde su independencia política por los intereses de todos los policías en Cataluña".
Decenas de miles de agentes
La manifestación convocada por la plataforma Jusapol reunió a entre 20.000 agentes --según el Gobierno-- y 150.000 --según la organización--. Contó con la presencia de organizaciones de Policía Nacional, Guardia Civil, policías autonómicas y locales, así como representantes de PP, Vox y Ciudadanos.
"Lo que está en peligro es el respeto a los derechos de todos, que los violentos tomen el control de las calles", denunciaron los convocantes en la lectura de un manifiesto. La manifestación empezó en Puerta del Sol y discurrió por el centro de la capital a pesar de la lluvia que cayó sobre la capital española ayer por la mañana, hasta desembocar frente al Ministerio del Interior, donde se habilitó una plataforma con altavoces y se reclamó la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.