En lo que va de 2021 en España se han diagnosticado más de 35.000 casos de cáncer de próstata. Es el segundo cáncer más frecuente en el hombre y solo en este año ha provocado cerca de 6.000 muertes.
El riesgo de sufrirlo aumenta con la edad. Sin embargo, son muchos los mitos en torno a él. El doctor Ricardo Brime, urólogo y experto en la Unidad de Cáncer de Próstata de ROC Clinic, explica que “la próstata consta de una parte interna y otra externa, existe una falsa creencia entre los varones de que el hecho de tener síntomas prostáticos está en relación con el cáncer de próstata y es todo lo contrario. La dificultad de orinar, el chorro entrecortado, goteo o urgencia son síntomas de la parte interna de la próstata y, por tanto, de patología benigna”.
Enfermedad indolente
Según el doctor, el cáncer de próstata es una enfermedad “muy indolente, sin síntomas en sus fases iniciales, ya que la parte que maligniza es la externa, que no está en contacto con la vía urinaria”. De hecho, las señales de alarma del tumor maligno solo se dan cuando se encuentra muy avanzado.
En cuanto al cáncer de testículos, aunque con una incidencia mucho menor —se diagnostican 1.100 casos al año, según la Asociación española contra el cáncer (Aecc), es el tumor más común en hombres de entre 20 y 34. Ahora bien, según el doctor Félix Guerrero, responsable de la Unidad de Uro-oncología de ROC Clinic, “a pesar de ser frecuente en gente joven, es un tumor que tiene unas altísimas tasas de curación, incluso en estadios metastásicos”.
Prevención
Como en cualquier tipo de cáncer, la prevención y el diagnóstico precoz son claves para iniciar un tratamiento y mejorar el pronóstico de la enfermedad. Para lograrlo, existen herramientas que pasan por la adopción de cuatro hábitos imprescindibles.
Una de ellas es llevar una alimentación saludable, mantenerse activo físicamente y no fumar. El urólogo de ROC Clinic detalla que, aunque no hay una dieta que mejore o empeore el pronóstico en cáncer de próstata, el consumo de grasas aumenta el perímetro abdominal y empeora el síndrome metabólico, con lo que reducir su ingesta es recomendable. También destaca la importancia de mejorar la frecuencia de las relaciones sexuales. Brime indica una media de 21 o más eyaculaciones al mes.
Autoexploración y revisiones
Otro elemento que cita es la autoexploración a partir de la pubertad, al menos una vez al mes. Especialmente en aquellos casos en los que existen factores de riesgo como tumores previos, antecedentes familiares, calcificaciones testiculares o haber presentado testículo no descendido o criptorquidia de jóvenes. Los expertos subrayan la importancia de visitar al especialista, ya que la autoexploración ayuda a detectar signos de alarma, pero será el urólogo quien, mediante una exploración y un diagnóstico de imagen, confirme el diagnóstico.
Por otro lado, el papel de las revisiones es clave, sobre todo a partir de los 50. Detectar un tumor testicular de forma precoz es fundamental para poder iniciar un tratamiento en estadio temprano que favorezca su pronóstico. Aunque la prevención es difícil y se desconoce la causa exacta de su aparición, las revisiones en el urólogo, la exploración y la autoexploración ayudan a detectarlo antes.