Un preso de la cárcel de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), causó ayer lesiones, en su mayoría leves, a cinco funcionarios, que le tuvieron que reducir cuando reaccionó con agresividad después de que le comunicaron una sanción ordinaria.
Según ha denunciado el sindicato CSIF y han confirmado fuentes de la Consejería de Justicia, los hechos ocurrieron ayer por la mañana y se han saldado con cinco funcionarios heridos, cuatro de ellos con lesiones leves y otro con heridas de cierta consideración, mientras que el interno fue inmovilizado y trasladado a otro centro penitenciario.
Se enfadó por una sanción
El sindicato ha detallado que después de comunicar al interno la sanción ordinaria que debía cumplir, este se puso muy nervioso y empezó a gritar, ante lo que el jefe del módulo lo intentó apartar, momento en que el preso le propinó un puñetazo en el brazo. El jefe del módulo activó un código 1, por alteración del orden, tras lo cual el preso le propinó otro puñetazo que le hizo caer al suelo, donde le propinó varias patadas en el cuerpo.
Una funcionaria acudió en auxilio del jefe del módulo, si bien el interno, según CSIF, la golpeó, cogió un palo de escoba y lo partió por la mitad para amedrentarla, aunque finalmente pudo ser reducido. CSIF ha señalado que el interno acumula en 15 meses de estancia en prisión un total de 20 partes disciplinarios, ocho de ellos por alteraciones del orden.
La plantilla pide refuerzos
"El Centro penitenciario de Brians 2 pasa por momentos muy complicados. La situación sanitaria del recinto es de auténtica preocupación: módulos aislados y/o confinados, suspensión de actividades, limitación de comunicaciones y medidas preventivas que chocan directamente con la convivencia y, por ende, con la seguridad de la plantilla", ha denunciado CSIF, que ha pedido más efectivos para esta cárcel.
El sindicato ha recordado además que lleva años exigiendo "la máxima dureza para los agresores, el reconocimiento de los funcionarios penitenciarios como autoridad, el cumplimiento taxativo del protocolo de agresiones, y que todas las agresiones sean puestas en conocimiento de la autoridad judicial pertinente". También exige la derogación "inmediata" de una circular de 2021 que, a su juicio, "protege al agresor y que está causando tanto daño a los trabajadores penitenciarios".