Este martes ha arrancado en la Audiencia de Barcelona el juicio contra Jordi P. S. , acusado de matar a una pareja de motoristas en Badalona mientras conducía ebrio, drogado, de forma temeraria en zigzag e invadiendo el carril contrario a gran velocidad en marzo de 2020.
La colisión en la que falleció la pareja, padres de dos niños, se produjo el 6 de marzo del año pasado, después de que el acusado, que conducía con el carnet sin puntos, se diera a la fuga en un control de los Mossos d’Esquadra a una velocidad de 133 kilómetros hora en una zona limitada a 50. La huida discurrió por las calles del centro de Badalona, donde el acusado se saltó varios semáforos en rojo e invadió el carril contrario en varias ocasiones, poniendo en riesgo la vida de los conductores que se encontraba a su paso.
Abandonó a los heridos
Tras varios minutos de huida, el acusado, que presentaba una tasa de 0,69 miligramos de alcohol por litro en sangre, y que también se encontraba bajo los efectos de varios estupefacientes, embistió la motocicleta en la que viajaban los dos fallecidos. La moto salió despedida hasta chocar contra un turismo cuyo conductor también resultó herido.
El acusado huyó del lugar de los hechos “despreocupándose totalmente de los heridos”, ha subrayado la fiscal. Además, los dos agentes de los Mossos d’Esquadra que lo persiguieron han recordado que aquel día el tráfico era muy denso “de manera que los otros vehículos tenían que esquivarlo para no colisionar". Algunos peatones tuvieron que saltar para evitar ser arrollados por el kamikaze. “Pudo morir mucha gente ese día”.
Actitud chulesca y agresiva
Los agentes de la policía autonómica han recordado que el acusado opuso una "resistencia activa” y que su actitud era “bastante agresiva”. Además, los dos agentes de la Guardia Urbana que le practicaron las pruebas de alcoholemia han relatado que el presunto autor de estos hechos se dirigió en tono desafiante y actitud chulesca a ellos y les dijo: "Ha sido un homicidio imprudente, pero no voy a ir a la cárcel". “Tenia una actitud como de despreocupación, de pasemos este tramite y me voy a casa", ha remarcado uno de los agentes.
Por estos hechos la fiscal le imputa ocho delitos: dos de homicidio por imprudencia grave, uno de lesiones por imprudencia grave, uno contra la seguridad vial en su modalidad de conducción a velocidad superior a la permitida; otro contra la seguridad vial por conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y drogas; un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria; también un delito contra la seguridad vial por abandono del lugar de los hechos y, por último, un delito de resistencia en el momento de su detención. Por todo ello, el Ministerio Fiscal solicita ocho años y medio de prisión para él.