El Lleida Esportiu podría desaparecer antes de que termine el año. Los jugadores han denunciado al club ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) por el impago de sus nóminas y se niegan a jugar. Esto se suma a la investigación por un presunto delito de falsedad documental, irregularidades en los contratos y defraudación a la seguridad social y a la amenaza de la Paeria de Lleida con rescindir la cesión del campo.
Los jugadores han presentado las denuncias en noviembre tras tres meses sin cobrar su salario. En señal de protesta, la pasada jornada los futbolistas abandonaron el campo durante el primer minuto de partido y podrían hacerlo de nuevo este domingo contra el Terrassa si la situación no se soluciona.
El Lleida da la callada por respuesta
El fin de semana pasado, coincidiendo con el abandono de los jugadores del terreno de juego, la dirección desapareció de las redes sociales. Después de que se hubiera hecho pública la situación límite que atraviesa el club y las tiranteces entre la directiva y los propios futbolistas, el Lleida ha decidido dar la callada por respuesta.
Este silencio molesta a la plantilla, que se queja de la inacción de la directiva mientras su situación personal empeora. Según reveló Catalunya Ràdio, los titulares están pasando serias dificultades económicas y, uno de ellos, está a punto de ser desahuciado de su casa.
La directiva se ríe de los jugadores
Pau Torres, portero y capitán el equipo, aseguró en una entrevista a Catalunya Ràdio que no le ha quedado otra opción que denunciar a los hermanos Esteve, propietarios del Lleida Esportiu. “No es plato de buen gusto denunciar al club en el que he estado tantos años, sin embargo lo que es mío, es mío”, se lamentaba. El portero llegó a confesar que desde la directiva le aseguraron que le habían realizado transferencias bancarias que nunca recibió. “Es el peor final que podría haber tenido”, reconoció el capitán.