El titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Girona ha condenado a un año de cárcel y a 5.400 euros de multa a los dueños del Mas Oller, el restaurante de Caldes de Malavella (Selva) en cuyo exterior falleció una niña de 6 años mientras jugaba en un castillo hinchable en 2017.
Los cargos por los que han sido condenados son un delito de homicidio por imprudencia grave y seis delitos de lesiones por imprudencia leve. Aunque en un principio se enfrentaban a cuatro años de cárcel, el juez ha aplicado la atenuante de reparación de daño, dado que ya han abonado parte de los 640.000 euros de indemnización a las víctimas, de los que su seguro ha cubierto 600.000.
No habrá juicio
La sentencia concluye que el matrimonio condenado cometió una negligencia al no haber anclado correctamente la atracción al terreno. De hecho, el castillo hinchable, que salió despedido por una fuerte racha de viento, solo estaba sujeto por dos anclajes. "El trágico accidente fue consecuencia directa de la inobservancia de las medidas de montaje, seguridad y supervisión", recoge la sentencia.
La fiscalía, las acusaciones y la defensa de los investigados han llegado a un acuerdo que evitará la celebración del juicio, según El Periódico. A pesar de que la condena incluye un año de cárcel para los dos propietarios del restaurante, no ingresarán en prisión ya que carecen de antecedentes penales.
El hecho de que se celebrara un juicio “era terriblemente duro para todo el mundo, sobre todo para las víctimas, pero también para los acusados porque una acusación por imprudencia siempre comporta una realidad, que aquel que se encuentra acusado no quería que pasara aquella tragedia", ha explicado el letrado de la defensa, Carles Monguilod, a la ACN.
Siete menores afectadas
El fatal accidente sucedió la mañana del 7 de mayo de 2017, cuando varios niños jugaban en el hinchable “sin que la familia hubiera recibido instrucciones y sin que nadie se encargara de la supervisión de la atracción”, explica la sentencia. Sobre las 15.30, una ráfaga de viento provocó la rotura de los dos únicos anclajes, de los 10 que deberían haberse colocado, que sujetaban la atracción al suelo.
La atracción, de 120 kilos de peso y 5,2 metros “se elevó completamente hasta caer sobre el techo del restaurante”. En total, el hinchable se desplazó 39 metros con siete menores en su interior. Una de las niñas resultó gravemente herida y falleció horas después en el Hospital Vall d’Hebron.
Dejadez de los dueños
Tal y como ha revelado la sentencia, los dueños del restaurante carecían de documentación oficial, de manual de uso o de normas de seguridad sobre la atracción. Tampoco se informaron durante la compra de las revisiones o licencias requeridas ni de supervisar el hinchable. Por eso, el juez considera que su comportamiento fue negligente. Los acusados han reconocido estos hechos y han aceptado la condena.