Los hermanos Esteve, propietarios del Lleida Esportiu, han colmado la paciencia del alcalde de la ciudad, Miquel Pueyo (ERC), que ha presidido este miércoles la comisión informativa de las políticas de gestión cultural, de deportes y de juventud en la que ha presentado un informe en el que se propone la resolución del convenio que vincula al consistorio con el club.
De esta manera, el ayuntamiento pretende poner fin al acuerdo firmado entre ambos el 7 de julio de 2017 en el que se acordaba la cesión de las instalaciones del Camp d’Esports y de un campo de fútbol anexo. La decisión del alcalde se basa en las presuntas irregularidades en las cuentas del club que, desde hace meses, vienen enturbiando la imagen de la ciudad.
El alcalde se pronuncia
Pueyo se ha pronunciado públicamente sobre el escándalo de corrupción que planea sobre el club. “¡Ya está bien!”, ha estallado el regidor en relación a la tensión surgida entre la Paeria y el equipo a raíz de la polémica que salpica a la entidad en las últimas semanas.
“Creo que los grupos municipales y los regidores estamos alineados en la misma dirección: en la defensa de los derechos de la ciudad y de un bien público como es el Camp d’Esports. Por eso, creemos que lo que corresponde hacer desde las Administraciones públicas, para que sirva como ejemplo, es defender la imagen de la ciudad, el Camp d’Esports y los intereses del deporte. Sabemos ser serios y severos”.
“No me temblará el pulso”
Las cosas se tuercen cada vez más para el Lleida Esportiu, que podría quedarse sin campo por navidad en caso de que el consistorio decida romper el convenio vigente. Pueyo ha asegurado que tomará cartas en el asunto “en lo que corresponda a la continuidad o rescisión del convenio de cesión de uso del Camp d’Esports” y que espera tener el apoyo de los demás grupos municipales para solucionar un problema que afecta a todos.
El alcalde ha asegurado que “no le temblará el pulso” y ha dado un ultimátum a los hermanos Esteve: de no presentar la documentación requerida sobre la decena de irregularidades que salpican al club, entre ellas sobre el incumplimiento de sus obligaciones fiscales, llevará a votación la rescisión de la cesión al pleno de diciembre para romper definitivamente cualquier vinculación con el Lleida Esportiu.