Mónica Hernández, la madre de Daniel, el joven de 19 años fallecido el pasado fin de semana mientras circulaba con su patinete eléctrico por Castelló d’Empuries (Girona) cuando fue embestido por un conductor ebrio, denuncia que 11 días después del atropello mortal de su hijo, el presunto autor continúa gozando de total impunidad. Así lo ha explicado en una rueda de prensa celebrada este miércoles, en la que ha estado arropada por sus abogados Álvaro Machado y Daniel Vosseler, en el despacho de abogados Vosseler de Barcelona.
Los hechos sucedieron el pasado sábado 10 de octubre en la avenida Marinada de Empuriabrava, una urbanización de Castelló d'Empúries, alrededor de las seis de la mañana. Daniel regresaba en su patinete eléctrico de trabajar en el turno de noche como reponedor en el Esclat, un supermercado de la localidad, cuando fue arrollado por un turismo.
Exceso de velocidad y fuga
“Sabemos por las declaraciones de los testigos que Daniel actuó con diligencia al incorporarse a la calzada”, explica Vosseler, abogado con 25 años de experiencia en cuestiones relacionadas con la seguridad vial. “Fue cuando estaba circulando por la vía cuando un vehículo le impactó por detrás, desplazándolo a más de 20 metros del lugar del siniestro. ¿A qué velocidad tendría que ir este sujeto?”, dice Vosseler.
Daniel quedó gravemente herido sobre la carretera mientras que el vehículo del sospechoso, un Audi Q1 de color rojo, se detuvo al chocar contra otro turismo aparcado en la calle. El presunto autor de los hechos, un joven de 25 años que regresaba de fiesta, se dio a la fuga con la intención de eludir la responsabilidad de la muerte que se produjo posteriormente y dejó abandonada a la víctima.
Regresó una hora y media después
Daniel fue atendido por los facultativos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que lo trasladaron hasta el hospital Josep Trueta de Girona, donde ingresó en estado de coma y falleció al día siguiente a causa de la gravedad de las heridas.
Al mismo tiempo, hasta el lugar de los hechos se desplazó una patrulla de la policía local para estudiar las causas del siniestro. Sin embargo, tal y como explican los abogados de la familia, el coche no fue precintado ni trasladado hasta el depósito policial. Una hora y media después del suceso, sobre las 7.30, se presentó ante los agentes un joven diciendo ser el autor del atropello. Cuando la policía local le practicó el control de alcoholemia, el resultado fue de 0,40 mg/l y minutos después de 0,38 mg/l, una tasa que no es penal, pero que evidencia que estaba en descenso y que en el momento de los hechos posiblemente era mucho mayor.
Quedó en libertad cuatro horas después
El conductor fue detenido por los agentes de la policía local, no por un delito de conducción bajo los efectos del alcohol, sino por omisión del deber de socorro. Sin embargo, tal y como ha explicado Vosseler, sin esperar a la evolución del chico, que se encontraba gravemente herido en el hospital, cuatro horas después uno de los agentes decidió dejarlo en libertad sin medidas cautelares. Este hecho fue solo el principio de todo un cúmulo de negligencias.
Al no haber sido detenido y puesto a disposición del juzgado en funciones de guardia, no se abrió ninguna causa por estos hechos. “Si el padre y yo no hubiéramos puesto la denuncia en el juzgado pertinente nadie se hubiera dado cuenta, se hubiera archivado el caso de una persona que acababan de matar”, aclara la madre.
No es una negligencia de la justicia, es de quien lo ha dejado en libertad
Según los abogados de la familia del fallecido existe una manifiesta irregularidad por parte del agente de la Policía Local de Castelló d’Empuries que dejó en libertad al conductor, que nunca llegó a comparecer ante el juez. Se trata de un hecho absolutamente anómalo, inciden desde el despacho en el que cada semana manejan decenas de causas relacionadas con la seguridad vial.
En este caso, el juzgado se enteró de que se había producido un accidente con un cúmulo de delitos anexados primero, por la denuncia presentada por la familia y, después, por los medios de comunicación. Por eso, los abogados han anunciado que pondrán en conocimiento, tanto del juzgado pertinente como de la fiscalía, la flagrante dejación de funciones públicas por parte del agente de la autoridad que actuó de forma negligente.
Solicitan que se investigue
Para el conductor solicitarán la prisión provisional como presunto autor de un delito de homicidio imprudente, conducción bajo los efectos del alcohol, exceso de velocidad y omisión del deber de socorro, según el atestado de la policía local. También pedirán que se le retire cualquier tipo de licencia para conducir vehículos a motor.
Además, quieren que sea Mossos d’Esquadra quien asuma la investigación y practique un atestado con todas las garantías para esclarecer las circunstancias del atropello. “La madre tiene derecho a saber la verdad”, dice Vosseler. También se lamentan de que en la urbanización de Empuriabrava, anexa a Castelló d’Empuries, donde se produjo el atropello no haya cámaras de seguridad y el límite de velocidad se mantenga en 50 kilómetros por hora a pesar de que, al ser un núcleo urbano, debería estar limitada a 30 kilómetros por hora.
Era hijo único
El día en que le entregaron las cenizas de su hijo, Mónica Hernández tendría que haber estado compitiendo en un torneo de fitness. Se lamenta de la falta de humanidad con la que el sospechoso trató a su hijo, al que le faltaban cinco minutos para llegar a casa. Además de abandonarlo a su suerte, explican sus abogados, ni tan siquiera ha tenido el gesto de llamar a sus padres para pedirles perdón. Daniel era su único hijo.