La violación a una mujer de Badalona (Barcelona) que ha provocado la detención de siete hombres tuvo lugar la madrugada del miércoles al jueves en un piso del barrio de Llefià que arrastraba un largo historial de denuncias y quejas de los vecinos por los conflictos que ocasionaban sus ocupantes. Al menos uno de los detenidos tenía antecedentes penales y la Guardia Urbana de la ciudad había sancionado a los propietarios por las molestias que ocasionaban sus inquilinos, según detalló ayer el alcalde del municipio, Xavier García Albiol.
“Estamos hablando de sanciones por ruidos y por no ir con mascarilla, por tener la música muy alta, por pequeños incidentes en ningún caso comparables con lo que teóricamente ha ocurrido hoy”, señaló Albiol en respuesta a las preguntas de Crónica Global. En la concentración convocada por el consistorio en repulsa a la agresión, el regidor ha destacado que el inmueble donde ocurrieron los hechos “era conflictivo y los vecinos estaban bastante cansados del comportamiento incívico de estas personas”.
Alcohol y drogas
Los vecinos consultados por este medio confirman este extremo. Un residente de la misma escalera habla de “trapicheos”, “borrachos” que entraban y salían del apartamento de forma descontrolada y todo tipo de momentos de tensión y problemas de convivencia que alteraban a una “comunidad tranquila” y de “buena gente”.
“Se les caía una botella de vino, se les rompía y te decían que era tu culpa, que la pagases. Por la noche una vez les estuvieron tirando piedras a la ventana”, explica el vecino, que ha pedido el anonimato para no ser identificado por los detenidos.
Incordios a la comunidad
“No les funcionaba el timbre y nos picaban al resto, no importa si era a la una de la madrugada, a las dos, las tres, las cuatro o las cinco. Era un incordio”, denuncia este testimonio, que coincide con el resto de personas consultadas en que hay una “mayor inseguridad” en la zona en los últimos tiempos.
Un barrio tranquilo que en los últimos años “se ha degradado mucho”, aunque el alcalde matiza que se ha observado una mejora en las estadísticas de criminalidad en la ciudad y que se toman medidas para reforzar la seguridad. De hecho, “en el barrio de Llefià hay un número de servicios importante por parte de la Guardia Urbana de Badalona”, apunta.
La víctima se está recuperando
Los hechos tuvieron lugar en el entresuelo del número 596 de la calle Alfons XIII, donde acudió una patrulla de la Guardia Urbana sobre las cinco y media de la mañana. Cuando llegaron los agentes, los presuntos agresores se encerraron en el apartamento mientras la víctima chillaba --fueron sus gritos los que habían alertado a un vecino--. Finalmente, los policías lograron entrar y se encontraron a la mujer tendida en el suelo quejándose de dolor y en estado de shock.
Los urbanos arrestaron a los siete hombres --todos eran mayores de edad, también la víctima-- y cuya presunta implicación ya están tratando de esclarecer los Mossos, que han abierto una investigación, tal y como explican los portavoces del cuerpo autonómico. En cuanto a la mujer, fue trasladada al hospital --su estado ha evolucionado favorablemente-- y está en contacto con la policía. A lo largo del día, una patrulla local se quedó vigilando el portal por prevención, aunque los agentes no presenciaron ningún incidente adicional.
Peleas y ventanas rotas
Varios vecinos consultados subrayan que el entresuelo, que tenía las ventanas rotas y desde donde se escuchaban constantes peleas, no estaba okupado --el propietario es un particular--, pero sus habitantes eran cambiantes y conflictivos. Aurelio, dueño de un comercio cercano, asevera que “causaban mucho follón cada dos por tres”, del mismo modo que al menos otros dos edificios --en este caso okupados-- en la zona. La sensación de inseguridad y una llamada a la “mano dura” contra la delincuencia son una constante en el barrio.
Eva Castillo, otra residente de la ciudad que decidió participar en la concentración celebrada en la plaza de la Vila de Badalona para condenar la presunta violación, reconoce temor ante este tipo de casos. “No deberíamos salir con miedo, pero te crea una inseguridad cuando tienes hijas y las chavalas intentan salir en grupo, no ir solas”, explica. “Se ve mucha policía, tanto Guardia Urbana como Mossos, pero es una ciudad muy grande y no está vigilada las 24 horas”, añade. Nuria, otra manifestante, expresa “indignación” contra los agresores, a quienes define como “un sector muy minoritario, pero que hace mucho daño”. Hastío y alarma entre los vecinos de una ciudad que exige contundencia contra las agresiones machistas y episodios de violencia ante los que se sienten desprotegidos.