El sindicato de los Mossos d’Esquadra, Uspac, ha acusado al Parlament de “menospreciar” a la policía catalana por no haber aprobado propuestas de resolución en su defensa presentadas en el marco del Debate de Política General. Es decir, en contra de condenar las agresiones a agentes por parte de ciudadanos. Han tildado al consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, de “títere” de un Govern “a favor de la violencia”.
ERC, JxCat y la CUP se han unido a la ultraderecha de Vox para dejar de lado a los mossos, policías locales y servicios de emergencias que han sido atacados en las últimas jornadas por ciudadanos en Cataluña. No obstante, en su momento, expresaron su apoyo a los agentes agredidos tras los altercados de los macrobotellones. Esto ha desatado la furia en los principales sindicatos policiales catalanes.
“Defender la violencia contra la policía”
Uspac ha condenado que el Parlament rechazara las propuestas en defensa de los Mossos d’Esquadra. Ha acusado al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y a Elena de “defender la violencia contra los policías de Cataluña”.
“Elena no deja de ser un títere en manos de un Govern que ha perdido el norte”, han aseverado desde el sindicato policial. De hecho, le han acusado de haber “asumido el discurso de odio contra el cuerpo y las policías locales”. Uspac ha convocado, además, una concentración delante del Parlament el próximo 5 de octubre a las dos y media del mediodía en contra de los diputados de la cámara catalana.
Fepol y SAP se unen contra el Parlament
Fepol ha reprochado al “60% del Parlament” que haya “menospreciado” a “la segunda institución mejor valorada de Cataluña” por no haber dado luz verde a una resolución del PSC. Esta instaba a “restituir y reforzar la autoridad del cuerpo de Mossos d'Esquadra” lo que, para la organización, es “muy grave”.
El sindicato SAP ha ido más allá y ha advertido a la cámara catalana que “en su responsabilidad quedará evitar las consecuencias gravísimas que se pueden derivar como consecuencia de esta situación”. Ha amenazado a los dirigentes políticos con que los agentes “bajen los brazos, cansados de resistir embates que han dinamitado su estado de ánimo”, lo que podría provocar un descontrol todavía mayor en las calles de Cataluña.