Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos hombres por colocar una granada de mano de la Guerra Civil en una casa okupada de Jorba (Barcelona) antes de ser desalojada. El artefacto explosivo se encontraba en medio del comedor junto a un mensaje amenazador.
Los dos detenidos, de 27 y 28 años de edad y de nacionalidad española, están acusados de un delito de tenencia ilícita de explosivos, de amenazas, de obstrucción a la justicia y de atentado a agentes de la autoridad.
Protocolo de explosivos
Los hechos se remontan al pasado 10 de junio. Los Mossos, junto a la comitiva judicial, realizaron un desahucio en un piso ocupado en la calle Ermita de Tossa de Jorba. Cuando los cuerpos de la policía llegaron al domicilio, no encontraron a nadie. Sin embargo, en el centro del comedor había una granada de mano militar. El explosivo tenía el pasador de seguridad puesto y estaba envuelto con cinta adhesiva transparente que dificultaba su manipulación. Además, en la pared del salón había un escrito amenazador: "Moriréis entre terribles sufrimientos, buitres de mierda".
Ante esta situación, los agentes desalojaron la zona y activaron a los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax), que registraron la casa y se llevaron la granada. Una vez asegurada esta estancia, se procedió a ejecutar el desahucio.
El explosivo estaba dañado
Los Mossos abrieron una investigación para determinar si el artefacto era real y para identificar a los responsables de esta acción. Los Tedax concluyeron que se trataba de un artefacto explosivo real de uso militar de la Guerra Civil. No obstante, el análisis técnico resolvió que el paso del tiempo y la humedad habían dañado los elementos internos y que no podía explotar. Este resultado solo se podía saber a partir de los estudios realizados por expertos, de manera que las personas que colocaron el artefacto no sabían que este estaba en mal estado.
La investigación permitió identificar a dos hombres, relacionados con la ocupación del inmueble, como presuntos autores de los hechos. La policía los detuvo en las localidades barcelonesas de Santa Maria de Miralles y Vilanova del Camí y, este martes, han pasado a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia de Igualada.