El piromusical de las Fiestas de la Mercè de este año volverá a estar descentralizado y se podrán ver los fuegos artificiales desde diferentes puntos de la ciudad. Esto debería suceder este domingo a partir de las diez de la noche. No obstante, los botellones, el vandalismo creciente y el pillaje en comercios familiares de Barcelona de los últimos dos días ha retrasado el montaje del material pirotécnico de esta noche.
Según informan fuentes de la organización del espectáculo a Crónica Global, un botellón masivo con alto grado de violencia como el de anoche, con más de 40.000 asistentes en plaza España, pondría en peligro el montaje de los petardos. “No podemos dejar la pirotécnica preparada”, se quejan algunos trabajadores. De hecho, este cambio en el procedimiento puede dificultar la vigilancia de estos espacios, según explica el personal de seguridad privada.
Montaje ‘exprés’
“Mañana lo tendrán que montar después del desalojo, la limpieza…”, aseguran a este medio fuentes de seguridad. Desde el Ayuntamiento de Barcelona insisten en que los fuegos artificiales para despedir los festejos no están comprometidos por los altercados. De hecho, recalcan la idea de que “la descentralización que ya se hizo el año pasado” para evitar aglomeraciones por el Covid-19 no afectará a ninguno de los espacios.
Pero de los cuatro o cinco puntos establecidos --que no se han hecho públicos para disuadir concentraciones-- de los que saldrán disparados los cohetes del piromusical, no hay ninguno montado por el momento. Fuentes próximas al evento aseguran que “no hay seguridad suficiente para proteger el material” en todos los lugares desde donde se tirarán los petardos.
Falta de efectivos de la Urbana
Las patrullas de la Guardia Urbana destinadas a proteger los cohetes han sido redistribuidas a las zonas calientes de los botellones, según apuntan fuentes de seguridad privada a este medio. Este sería el principal problema, por lo que se pospondría el montaje de esta noche a mañana, para prevenir que el material pirotécnico sea destrozado o sustraído.
Mañana, “deprisa y corriendo”, dicen voces de la organización, deberá montarse todo para que el domingo Barcelona pueda despedir sus fiestas. Este sería el último acto que teñiría la Mercè de negro tras las 23 detenciones y los 43 heridos de esta noche en plaza España.