Nueva noche de botellones en Cataluña. En esta ocasión, las escenas de incivismo se trasladaron la pasada madrugada a Tarragona. En la antigua Tarraco, la fiesta mayor de Santa Tecla congregó a centenares de jóvenes en el casco histórico de la ciudad para consumir alcohol al aire libre. El pasado sábado, la Guardia Urbana desalojó otra concentración en la zona del cementerio local, que además se saldó con un apuñalamiento a un joven de 21 años.
En un vídeo al que ha tenido acceso Crónica Global, se observa a decenas de personas en actitud festiva en una de las calles aledañas de la plaça de la Font. También se vivieron situaciones parecidas en la plaza del ayuntamiento hasta altas horas de la noche. Además, la decisión del consistorio de prohibir la actividad exterior de los bares durante las fiestas agravó el descontrol callejero en la capital.
Más botellones
El cierre total del ocio nocturno ha provocado un aumento de las fiestas ilegales. Las patronales del ramo denuncian que su clausura obligatoria, sumada a la falta de recursos policiales, han propiciado un auge de las concentraciones para beber y bailar en la vía pública sin cumplir las medidas de seguridad.
Organizaciones como Fecalon han alertado de que en un lapso de cinco días se celebrarán festividades multitudinarias en Reus y Barcelona --cuya fiesta mayor, la Mercè, comienza el próximo 24 de septiembre--, así como en otras localidades de Cataluña. El último macrobotellón celebrado en la comunidad ocurrió el pasado fin de semana en el campus de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), donde cerca de 8.000 personas se congregaron para celebrar una fiesta ilegal. El encuentro colapsó los servicios de tren y provocó desperfectos en el mobiliario urbano, según ha informado la institución.