La vacunación en los geriátricos ayudó a frenar el rápido avance del coronavirus en estos centros, pero no ha impedido por completo que se sigan produciendo brotes. El último ha afectado a la residencia Sant Josep del municipio de Cassà de la Selva, en Girona, que ha provocado 25 contagios y cuatro muertes.
El ayuntamiento de la localidad asegura a Crónica Global que no le consta que el centro, gestionado por la entidad pública Sumar Acció Social, tenga ningún residente ni trabajador sin vacunar, aunque tampoco con la tercera dosis. De hecho, la primera persona de la plantilla que se infectó disponía de la pauta completa de inmunización.
Trasladados a Girona
El brote, que ha sido escalonado y se ha alargado durante casi un mes, se inició la última semana de agosto, cuando se detectó que cuatro usuarios habían dado positivo. Días después, el 30 de agosto, uno de los trabajadores también se contagió y se suspendieron todas las visitas de familiares.
Los empleados infectados fueron aislados en sus domicilios, mientras que los usuarios afectados fueron trasladados a la residencia Puig d’en Roca de Girona por indicación de la Consejería de Salud. Se les realizaron varios cribados con pruebas PCR y, finalmente, en las muestras tomadas el pasado jueves, todos dieron negativo.
Esperan los resultados
Todos los residentes han podido volver ya a su centro de Cassà, aunque dos grupos se encuentran todavía en vigilancia y aislamiento. A pesar del último cribado negativo, no se da aún por finalizado un brote que se ha llevado la vida de cuatro ancianos y ha contagiado a otros 21, además de infectar a cuatro trabajadores.
Las autoridades muestran por ahora cautela a la espera de que lleguen los resultados de una nueva oleada de tests tomados hoy. Durante estas semanas, las familias no podían ir a ver a los usuarios, pero los que no se encuentran en aislamiento ya vuelven a disfrutar, desde hoy, de las visitas de sus familiares.