El cadáver de Martín Ezequiel Álvarez, desaparecido desde el pasado 24 de agosto tras acabar, presuntamente, con la vida de su hijo, de 2 años, fue hallado ayer a mediodía en una zona de "muy difícil acceso", a la que no se puede llegar ni por tierra ni por aire. Lo han detallado hoy los Mossos, que han revelado que fue el despliegue de su unidad acuática en los cañaverales cercanos al aeropuerto de El Prat, donde perdieron la pista al fugitivo, el que permitió encontrar el cuerpo.
Este departamento estaba realizando una búsqueda subacuática por los canales de la antigua desembocadura del río Llobregat cuando tuvieron el primer contacto visual con el cadáver del hombre, que llevaba semanas colgado de su propio cinturón en un árbol de la zona. A dicha ubicación solo se podía llegar a través del canal, por lo que la gran pregunta es cómo llegó Álvarez a un lugar nada transitado y de casi imposible acceso, que ha pasado desapercibido durante tres semanas pese al despliegue "por tierra, mar y aire" de los Mossos.
Identificado por las huellas
La hipótesis de los investigadores es que el presunto asesino llegó "saltando vallas, apartando zarzas y llegando al lugar de los hechos después de caminar un rato". El leve olor a putrefacción alertó a los agentes, ya que un suicidio pocas horas después de la muerte del pequeño Leo --y que por lo tanto, el cadáver estuviese en fase avanzada de descomposición-- fue desde el principio una de las hipótesis, que finalmente se terminó confirmando.
En efecto, Martín Ezequiel fue hallado "en un sitio muy húmedo y caluroso", algo que dejó estragos evidentes en el cuerpo. Resultó imposible identificarlo visualmente, pero la policía científica ha logrado confirmar esta mañana su identidad mediante el análisis de las huellas dactilares, aunque la jueza de guardia ya dio ayer el cadáver por identificado. El resultado de las pruebas ya ha sido comunicado por los Mossos a la otra magistrada, la que instruye el caso en Barcelona.
Sin indicios de premeditación
Junto al cuerpo no había ninguna nota de suicidio, ni tampoco dinero, billetes de avión o indicio alguno de que planeara su huida o el mismo asesinato. Tampoco tenía antecedentes ni por violencia de género ni por cualquier otro delito.
Para encontrarlo, se activó un dispositivo policial permanente, que rastreó las zonas investigadas las 24 horas del día todos los días de la semana, con efectivos de seguridad ciudadana, antidisturbios, refuerzos regionales, agentes de investigación criminal, policía marítima, la unidad acuática, el servicio de helicóptero, drones, policías locales e incluso se buscó en el subsuelo. "Se parceló el aeropuerto y se pisó todo el terreno", ha explicado el cuerpo en rueda de prensa.
100 'chivatazos'
Los Mossos han agradecido la participación ciudadana y han informado de que han recibido un centenar de llamadas con información sobre el caso. Todas han sido analizadas, hasta el punto de que se han seguido personas que hacían autoestop hasta Figueres o que dormían en el bosque y fueron detectadas por los agricultores, que denunciaban robos de fruta; ninguna ha aportado datos significativos a la investigación.
Otra de las medidas ha sido proteger con escolta a la madre de Leo durante las 24 horas por riesgo de que el presunto asesino la encontrara. Es posible que esta protección se retire ahora que se ha confirmado que el padre está muerto, sin perjuicio del apoyo que recibe la progenitora por parte del servicio de atención a la víctima. En cuanto a la causa penal, la titular del Juzgado de Instrucción 23 de Barcelona decidirá si continúa la investigación, aunque de confirmarse que Álvarez mató a su hijo, el caso se sobreseerá. La abogada de la familia ha anunciado que iniciará acciones civiles para que la madre pueda recibir una compensación económica.
Una nueva causa
Carla Vall, abogada de la madre de Leo, señala a Crónica Global que la nueva iniciativa de la representación legal de la familia se centrará en "aclarar la situación que hay a nivel de la herencia del autor del delito" y en "recibir ayudas del Estado por ser víctima de delitos violentos". La jueza de instrucción recibirá ahora el resto de informes forenses y podrá continuar las diligencias, aunque en el momento de confirmarse que la autoría es del padre --como todo apunta-- se corroborará que fue él y se cerrará el expediente.
Sin embargo, "para la familia es irrisorio si hay recepción por la vía civil", denuncia la abogada, que considera que "el problema es que el día de mañana no puedes iniciar acciones penales para que te reparen". "Es un proceso que queda sin concluir", lamenta.