La fiscalía ha recurrido el tercer grado de Jordi Montull, exdirector financiero del Palau de la Música y exmano derecha de Fèlix Millet, ambos de los cuales cumplen sentencia por el desfalco del caso Palau. El condenado a siete años y medio de prisión salió de la cárcel por primera vez con un permiso de semilibertad el pasado fin de semana tras cumplir 14 meses de condena.

El régimen de semilibertad, concedido por los Servicios Penitenciarios de la Generalitat, le fue otorgado a Montull después de que su abogada, Mariam Bataller, presentara ya en febrero otro recurso contra el segundo grado, una petición que ha sido estimada tras seis meses. La letrada fundamentaba su recurso en la responsabilidad civil que había sufragado el exdirectivo de la institución cultural, pero también en su estado de salud, ya que ha sido alojado en el módulo de enfermería de la prisión y ha tenido que ser trasladado al hospital penitenciario de Terrassa de forma repetida.

En manos de la jueza

Bataller ha señalado a Crónica Global que el equipo legal todavía no ha recibido comunicación oficial de los pasos tomados por la fiscalía, pero que la espera en breve: "Seguro que recurrirá, si no llega hoy, llegará mañana", asegura. Aunque para la abogada la decisión del fiscal "no es una sorpresa", cree que "hay posibilidad de poder ganarlo" ante el juzgado. 

El bufete espera "que la jueza lo vea de otra manera" distinta a la del fiscal, especialmente porque "hay muchas circunstancias que aconsejan" la concesión del tercer grado penitenciario, como la edad o la enfermedad de Montull: "Se ha caído varias veces de la cama, se ha hecho daño, ha tenido dos ictus, hemorragias intestinales...", alerta.

"No es por favoritismo"

La abogada Bataller insiste en que "no es un tercer grado de favoritismo, simplemente es un tema de humanidad". "No digo que se vaya a morir mañana, pero dentro de la prisión en cualquier momento se les va", advierte. Asimismo, considera que en su estado, su cliente "no va a generar más bienes ni es un peligro para la sociedad". "Prácticamente no tiene movilidad", subraya.

La letrada atribuye la rapidez de la fiscalía al hecho de que el caso es mediático, ya que "hay gente que hace un mes que tiene el tercer grado y el fiscal todavía no ha recurrido". Además, lamenta que precisamente por la trascendencia pública del caso, "mucha gente pensará que sale por ser quien es, que no es verdad; me ha costado más sacarlo por ser quien es". Un hecho que ve incomprensible, porque "antes ser famoso favorecía, ahora perjudica", argumenta.