La Guardia Urbana de Tarragona desplegó dos dispositivos para evitar los macrobotellones en la ciudad: uno en la playa del Miracle y otro en la Arrabassada. Esto permitió que no se repitieran las imágenes de aglomeraciones que, al igual que Barcelona, la capital tarraconense también tuvo en sus calles y plazas.

Este fin de semana, las noches de festejos, aglomeraciones y borrachera han sido tranquilas en Tarragona. No obstante, este domingo alrededor de las ocho de la mañana, una patrulla ordinaria de la policía municipal interceptó un pequeño botellón de nueve personas en la ermita de la Salut. Durante el operativo, la tensión fue en aumento y uno de los jóvenes agredió a un sargento y a un agente de la Urbana.

Detenidos por daños y agresión

La actuación policial terminó con tres detenciones que, a diferencia de los macrobotellones vistos anteriormente en la ciudad, pudieron llevarse a cabo. Uno de los individuos esta arrestado por resistencia a los agentes, otro por desobediencia a la autoridad y el tercero por un delito contra la salud pública. Todos los asistentes fueron sancionados administrativamente, uno de ellos por posesión de un arma prohibida.

El dispositivo conjunto entre Guardia Urbana y Mossos d’Esquadra durante este fin de semana en Tarragona se debe, fundamentalmente, a los hechos del sábado y domingo anteriores. Hace a penas siete días se concentraron hasta 1.000 personas en el paseo marítimo de Rafel Casanova, tras caer el toque de queda.