Imagen de archivo de agentes de los Mossos d'Esquadra / MOSSOS

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Vida

Los Mossos, impotentes ante un botellón con 500 personas en Girona

La policía catalana se abstiene de desalojar una fiesta ilegal debido a la actitud agresiva de los participantes

15 agosto, 2021 19:04

Los Mossos d'Esquadra intentaron desalojar ayer sin éxito un macrobotellón con 500 personas en una zona boscosa del municipio de Regencós (Girona). La policía desistió ante la actitud violenta de los participantes y el alto riesgo de incendio del paraje.

Fuentes de la policía catalana han informado que sobre las dos de la madrugada recibieron un aviso de una fiesta en el municipio. Tras la alerta activaron una patrulla que, al llegar al lugar de los hechos, se encontró con cerca de 200 coches aparcados y unas 500 personas en una zona a medio camino de Begur.

Ataques a la policía

Cuando los participantes vieron llegar a los agentes, comenzaron a increparlos y a sacudir el vehículo en el que circulaban. Uno de ellos llegó incluso a lanzar una piedra, que impactó en el techo del coche.

Fueron movilizadas entonces cuatro dotaciones de antidisturbios (ARRO) y dos de tráfico, que cortaron el acceso al lugar de la fiesta para que no pudieran acceder más personas.

Riesgo de incendio

Según las mismas fuentes, los policías decidieron no cargar ni disolver el botellón para evitar incidentes, al tratarse de un terreno boscoso con alto riesgo de incendio. Además, los participantes estaban fumando y consumiendo bebidas alcohólicas sin respetar las medidas de seguridad.

Sin embargo, levantaron un acta administrativa contra uno de los propietarios de un coche que tenía la música a todo volumen. Asimismo, han abierto diligencias para investigar lo sucedido. El dispositivo se alargó hasta las seis de la mañana, cuando lograron desalojar al conjunto de asistentes de forma voluntaria.

"Efecto llamada"

Regencós no es el único pueblo de la zona que ha aglutinado en los últimos días a centenares de personas sin medidas de seguridad. Además, fuentes policiales alertan de que se está repitiendo asiduamente en toda la Costa Brava.

El alcalde de Calonge i Sant Antoni (Girona), Jordi Soler, ha pedido a la Generalitat que implante el toque de queda "de manera inmediata" ante el aluvión de botellones y actos de vandalismo. El político alerta de que está rodeado de municipios que sí están sometidos a esta restricción, lo que está motivando un "efecto llamada" sobre su población.