8.259 hectáreas. Esa es la extensión total del parque natural de Collserola, el pulmón verde de Barcelona. Un tesoro natural rodeado de una importante conurbación en la que viven cerca de dos millones de habitantes, unos cuantos miles de los cuales lo hacen en plena sierra.

Cantidad suficiente para que haya surgido un importante movimiento ciudadano --integrado por una veintena de asociaciones vecinales, cinegéticas, ambientales y agrícolas-- que exige medidas efectivas para conjurar la amenaza de incendios en el paraje. Tras los fuegos declarados en Cataluña durante las últimas semanas, sus demandas cobran más fuerza. Entre las propuestas se encuentra mayor coordinación entre municipios, reforzar la dotación de bomberos e implementar más proyectos rurales en el parque.

Incendio en Santa Coloma de Gramenet en julio de 2020 / BOMBERS

Iniciativa vecinal

Crónica Global ha entrevistado a varios de los miembros de esta plataforma, que echó a andar en noviembre de 2020. "Todo partió de abajo a arriba, nacido de la preocupación por las noticias que veíamos sobre los incendios de nueva generación. Además, empezamos a organizarnos a la vista de que las medidas que se discutían en el parque no se ponían en práctica", comenta uno de los interlocutores.

Entre los participantes hay numerosos vecinos que viven en zonas como Mas Guimbau, Can Rectoret y Font del Mont. "Históricamente han sido barrios muy abandonados, por lo que hemos tenido que tomar la iniciativa", añade la misma fuente. Otro ciudadano adopta un tono más preocupado al advertir que "si no hacemos nada, habrá un gran incendio cualquiera de estos días".

Respuesta institucional

De ahí que la plataforma haya obrado por su cuenta. Tras una agenda de reuniones técnicas organizadas motu proprio a lo largo de este año, remitió sus conclusiones el 9 junio ante las Administraciones que integran el consorcio --Generalitat de Cataluña, Diputación de Barcelona, Área Metropolitana de Barcelona y nueve municipios limítrofes--.

Pese a que no recibieron una respuesta directa --salvo en el caso de la Consejería de Acción Climática--, el pasado 27 de julio el consejo consultivo del parque elevó por unanimidad el trabajo vecinal al consejo ejecutivo y la asamblea general del consorcio. Unos puntos de actuación que también podrían tenerse en cuenta a la hora de diseñar los puntos estratégicos de gestión en la prevención de incendios que el departamento en manos de Teresa Jordà podría tener listos a finales de 2021.

Incendio en Collserola en abril de 2020 / BOMBERS

Más prevención

Sin embargo, cunde el escepticismo entre los interlocutores consultados. "No queremos que, una vez más, esto se quede solo en palabras. Esperamos que las propuestas formen parte de los planes del consorcio", señalan. Algunas de las actuaciones tienen un carácter económico más oneroso, mientras que otras parten de reglas vigentes sobre las que piden mayor cumplimiento y coordinación.

En este segundo ámbito, las entidades firmantes reclaman una homologación de las ordenanzas municipales de las localidades fronterizas. También piden el seguimiento escrupuloso de las previsiones recogidas en la ley 5/2003 para la prevención de los incendios forestales en urbanizaciones como las que existen en Collserola, así como más campañas de sensibilización y formación para preservar las condiciones del paraje.

Falta de presupuesto

Una de las medidas que sí comportaría mayor coste sería la instalación de un equipo de bomberos que lleva a cabo tareas de prevención activa y pasiva --la estación de bomberos más cercana se halla en Vallvidrera--. También algunos proyectos para garantizar las actividades rurales en la zona, como el pasto de ganado o la apertura de claros para los cultivos. Sin embargo, estas sugerencias colisionan con un escollo reconocido por los propios gestores: la falta de presupuesto.

El gerente del consorcio, Marià Martí, reconoce la escasez de fondos del parque a este medio. E identifica al principal deudor: "Es cierto que somos uno de los parques catalanes con más aportación, pero desde que se creó en 2010 el parque natural de Collserola, la Generalitat siempre ha hecho una aportación menor de la acordada". Además, destaca determinadas actuaciones como el lanzamiento de una denominación de origen y el plan agropecuario del parque natural.

Otro verano perdido

Pero la carencia presupuestaria ha ido en detrimento de iniciativas más ambiciosas como las formuladas por los vecinos. Martí es consciente, y por eso pone en valor las sugerencias de la plataforma. El gestor espera que las propuestas puedan ser valoradas en el trabajo que se dará a conocer al término de este curso por parte del Govern, pero no se esperan nuevas medidas a corto plazo.

Este verano todas las partes esperan que no haya ningún susto en el parque. "Cada día que pasa tachamos una cruz en el calendario", expresa Martí. Los vecinos confían en que su toque de atención sirva para acometer una guía de actuaciones exhaustiva y con concreciones sobre el terreno. Hasta entonces, cruzan los dedos mientras la ola de calor que atraviesa Cataluña ha obligado a la capital catalana a activar su alerta municipal por riesgo de incendios y a la Generalitat a ampliar sus restricciones.