Los dos activistas de Greenpeace detenidos este viernes a mediodía cuando desplegaron una pancarta en el entorno del hotel W Barcelona ya han sido puestos en libertad y ahora la organización ecologista denuncia la "criminalización" de una protesta que tilda de "pacífica".
La detención se produjo después de que la Guardia Urbana diese el alto a la lancha, según fuentes municipales, y que los activistas, tras hacer caso omiso, impactasen con la embarcación de la policía. Todo ello, para protestar contra la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que intervino en la reunión del Cercle para hablar sobre los fondos europeos.
Pancarta de Greenpeace para Sánchez
Los activistas desplegaron, en aguas cercanas al puerto y al hotel, una pancarta con el mensaje: “Sánchez, os vigilamos: recuperación verde y justa”. Ambos están acusados de desobediencia y atentado a la autoridad, unos cargos que Greenpeace tilda de "desproporcionados".
La organización denuncia que estos arrestos buscan "desincentivar el activismo", situación que "se ha recrudecido" desde que el 1 de julio de 2015 entrase en vigor la denominada ley mordaza.
Protesta "pacífica"
Defiende así que la protesta pacífica es una herramienta fundamental de participación en sociedades democráticas, cuyo ejercicio debe ser protegido y no represaliado. "Los activistas en defensa del medio ambiente y los derechos humanos contribuyen positivamente a promocionar un mundo más justo y pacífico", han indicado a través de un comunicado.