Un centenar de personas --60, según la Guardia Urbana-- se han concentrado este sábado en la plaza Sant Jaume de Barcelona para protestar contra la reactivación del tráfico de cruceros turísticos que hacen escala en la ciudad, después de que el puerto haya reabierto esa actividad tras 15 meses de parón provocados por la pandemia de coronavirus. En Tarragona, decenas de ciudadanos se han movilizado en paralelo con el mismo objetivo.

La convocatoria, organizada por Ecologistas en Acción con el lema StopCreuers, ha servido para reclamar al Gobierno la paralización de las ampliaciones de los puertos "por razones sanitarias, de protección de la salud pública y en cumplimiento de los compromisos climáticos".

Una terminal para "megacruceros"

Los manifestantes han protestado también por el acuerdo del Puerto de Barcelona de autorizar a la compañía MSC la construcción de una terminal para "megacruceros" en el muelle Adosado y por el que ha tomado Tarragona para ampliar el muelle Baleares, donde acogerá una nueva terminal de cruceros.

En un comunicado emitido por los convocantes, su portavoz, María García, señala que el turismo de crucero "solo favorece a los cuatro oligopolios que controlan el mercado global y que acumulan beneficios astronómicos cada año a costa de la evasión fiscal, la salud, el planeta y la explotación laboral". "Podemos cambiar la manera de hacer las cosas. El impulso a la economía local, la generación de ocupación digna, y la sostenibilidad están en el extremo opuesto", apunta como alternativas.

Acciones en varias ciudades

Ecologistas en Acción ha convocado acciones similares para este sábado en Tarragona, Palma, Valencia, Coruña y Vigo, donde han denunciado que España es el segundo país europeo con más emisiones de gases de efecto invernadero procedente de barcos y el primero más contaminado por cruceros. En 2019, según los datos de la asociación, 11 millones de turistas llegaron a España a bordo de 4.236 cruceros, sobre todo a Barcelona y las Baleares, adonde arribaron 3,1 y 2,6 millones de pasajeros, respectivamente; y Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, con 1,4 y 1 millón turistas.

Tras esos destinos se situaron Cádiz y Málaga, con más de 470.000 cruceristas, y Valencia, con 435.600. Los ecologistas critican también los proyectos previstos en Valencia y Coruña para ampliar las instalaciones portuarias y albergar así más cruceros.