El juez instructor de la causa del caso Pujol ha confirmado el destino de los 90 millones de euros cobrados en una operación inmobiliaria vinculada al clan familiar. El Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional ha recibido documentación nueva que muestra que dicha cantidad se transfirió a Drago Capital, una sociedad de Oleguer Pujol y Luis Iglesias, yerno del exministro de Trabajo Eduardo Zaplana.
En el proceso judicial quedaba pendiente la entrega de los extractos bancarios para esclarecer el destino de los 90 millones de euros cobrados por la venta de dos inmuebles en una operación que ascendió a los 370 millones. Uno de los edificios, comprado por Amancio Ortega, está ubicado en el número 32 de la Gran Vía de Madrid y actualmente es una tienda de Primark, cadena que alquila la finca al dueño de Inditex.
Operaciones en Países Bajos
Las operaciones investigadas conciernen a las tres sedes adquiridas al Grupo Prisa por 300 millones de euros más 48 millones de IVA por parte de una sociedad radicada en Holanda vinculada a Oleguer Pujol. El juez José de la Mata solicitó en 2019 a Países Bajos la documentación necesaria para aclarar dónde se transfirieron los 90 millones.
En particular, aunque el juzgado intuía vinculación con el hijo del expresident, se desconocía “el destino y reparto de estos 90.016.092 euros que salieron del territorio nacional”. Una información necesaria para poder averiguar si se defraudaron impuestos correspondientes al IRPF en el ejercicio de 2015.
El RBS participó en la operación
En la documentación remitida desde Países Bajos, figura la contabilidad de Dotricia BV --empresa que recibió los 90 millones en Holanda--, donde aparecen tres transacciones por valor total correspondientes a los 90.016.092 euros entre esta sociedad y Longshore SL. Se trata de la entidad que vendió en 2015 dos de los inmuebles comprados a Prisa y su propiedad estaba repartida al 50% entre una filial holandesa del Royal Bank of Scotland (RBS) y Drago Mediterranean Holdings Coperatief.
Finalmente RBS vendió su participación a Dotricia, detrás de la cual se escondían, según los autos judiciales, los compradores reales: los investigados Oleguer Pujol y Luis Iglesias, con participaciones en la misma de entre un 11% y un 15%.