El Tibidabo ha estrenado este sábado su nuevo funicular, la Cuca de Llum, que entra en funcionamiento tras una inversión de 19 millones de euros y con el que se pretende consolidar el transporte colectivo como vía de acceso preferente al parque de atracciones barcelonés.



En un comunicado, el Ayuntamiento de Barcelona ha señalado que en el viaje inaugural del nuevo funicular han participado la alcaldesa, Ada Colau; el quinto teniente de alcalde, Albert Batlle, y la directora del Parque de Atracciones Tibidabo, Rosa Ortiz. Con la recuperación de este transporte "emblemático" para Barcelona, se fomenta la movilidad sostenible para llegar a la cima de la montaña, a la vez que se ofrece a los visitantes una primera experiencia que ejerce de "puerta de entrada" al parque.

252 pasajeros

La reforma del funicular ha implicado la renovación integral de la infraestructura ferroviaria: estaciones, plataforma de vías y sustitución de la antigua catenaria por un tercer carril, lo que permite que los nuevos vagones tengan más espacio interior e incrementar así el número de pasajeros por viaje, hasta los 252. Más allá de las mejoras técnicas, la Cuca de Llum también innova en el diseño de la mano del arquitecto Josep Miàs, que ha creado un modelo exclusivo, alejado de la estandarización que caracteriza la construcción ferroviaria y que incrementa el confort del pasajero.

La puesta en marcha del nuevo funicular supone la culminación del nuevo plan de movilidad del Tibidabo, diseñado para garantizar el acceso de todas las personas al entorno de esta montaña y reducir las emisiones contaminantes derivadas del transporte. Concretamente, este plan prevé que la proporción de personas que accedan en transporte colectivo hasta la cima del Tibidabo aumente hasta el 60% en cinco años.