Carmen relata que su hija comenzó a sufrir acoso en la escuela Pare Manyanet de Sant Andreu a los tres años. Ahora la pequeña acaba de cumplir diez, y aún tiene que enfrentarse a los ataques de algún compañero violento, según asegura su madre, quien en mayo de 2019 ya denunció ante los Mossos d’Esquadra a uno de los presuntos abusones, aunque al ser menor --entonces cursaban ambos 2º de Primaria--, resultó inimputable.
Con los ataques a su pequeña, la progenitora acudió en primer término a los responsables del centro, pero indica que no tomaron medidas para evitar el acoso. Todo lo contrario, “miraban para otro lado”, recuerda. Primero habló con la tutora, luego con la coordinadora y finalmente la remitieron al director. Cuenta que muchos días se presentó en el colegio para pedir explicaciones sobre la falta de protección a su hija. “Tocamientos en los genitales por parte de un alumno, comentarios como ‘hueles mal’, tirones de pelo, golpes, insultos y un día le dejaron moratones por toda la espalda al golpearle con una flauta”, explica a Crónica Global.
Denuncia ante los Mossos
Así lo refleja la denuncia policial, a la que ha tenido acceso este medio, y en la que la madre relata los insultos, golpes, amenazas —“guarra, hija de puta”; “como te chives te mato”—, así como el estado de “ansiedad, dolores de cabeza y el trastorno alimenticio” de su pequeña a consecuencia del acoso.
La progenitora asegura haber vivido un “calvario” que, además, le ha valido las críticas y el rechazo de otros padres del centro, quienes censuran que sus quejas constantes podrían suponer mala fama para el Pare Manyanet: un colegio ahora investigado por los Mossos d’Esquadra y el Departamento de Educación para determinar si una de sus alumnas, de 15 años, se habría suicidado hace tres semanas al ser víctima de acoso escolar.
Informe de la Síndica Vilà
Fue el mismo mes de la denuncia —mayo de 2019— cuando cuando Carmen recurrió a la Sindicatura de Greuges de Barcelona. Remitió una queja formal ante la falta de respuesta tanto de Inspecció de Educació como del Consorci d’Educació de Barcelona por el acoso que sufría su hija por parte de un compañero de clase. Tras ello, el propio colegio activó el “protocolo de acoso escolar entre iguales”, y se constituyó un equipo de valoración para estudiar la situación de la niña aunque, finalmente, este concluyó que el caso “no se ajustaba” a una situación de bullying.
Por su parte, la Inspección, a requerimiento de la Síndica Assumpció Vilà, explicó que el centro había revisado las “medidas de protección” e “intensificado los horarios de vigilancia del profesorado para controlar situaciones de riesgo”, así como implementado sesiones de tutoría a los alumnos y convocado a la familia del presunto abusón. Por todo ello, el organismo fiscalizador concluyó entonces que el colegio había tomado medidas para parar “los presuntos incidentes” —reza el documento—.
Sin protocolo contra el acoso
Todo ello tras la denuncia de Carmen, ya que antes, tal y como avala el informe de Vilà, el colegio Pare Manyanet “en ningún caso activó el protocolo de acoso escolar entre iguales”, porque hubiese supuesto notificarlo tanto al Área de Orientación e Inclusión (AOI); así como al Equipo de Asesoramiento Psicopedagógico (EAP) y a la Inspección de Educación. “Fue la madre, a través de esta Sindicatura, la que puso en conocimiento de Inspección lo que sucedía con su hija”, subraya el informe.
Un documento que también llama a “reflexionar” sobre qué llevó al colegio a no cumplir la ley —decreto 279/2016— que indica que el alumnado tiene el derecho a la protección contra toda agresión física, emocional y moral, y a un ambiente de convivencia que fomente el respeto. Indica así la Síndica que se produjo una “falta de actuación contundente por parte de la escuela ante el sufrimiento físico y emocional” de la pequeña , porque los responsables de la misma no alertaron a Educació pese a las reiteradas alertas de la madre. Además, aunque el informe de Vilà celebra las medidas adoptadas tras la denuncia de Carmen, censura “la tardanza de la intervención”. Desde entonces, la niña, que está en tratamiento psicológico, no comparte aula con dos de los alumnos más conflictivos, apunta la madre, y en clase de gimnasia no se separa de la profesora, entre otras medidas de seguimiento.
Acoso escolar en Pare Manyanet
El de esta pequeña es uno de los tres casos de bullying en la misma escuela que ha atendido la Asociación No al Acoso Escolar (NACE) en los últimos tres años. Carmen señala que hay más, pero que otros progenitores no quieren problemas, ni ser señalados. Fue precisamente otro de ellos, David Vidal, quien denunció en redes sociales que su hijo había abandonado el centro por este motivo, y tildó a la Pare Manyanet de “escuela tóxica y discriminatoria”.
De hecho, explica Carmen, una de las primeras reacciones de la dirección del centro ante sus quejas fue tratar de culpar al núcleo familiar del estado de su hija. Así, en vez de activar el protocolo contra el acoso, lanzaron balones fuera pese a la responsabilidad de los centros educativos en la protección de los alumnos. La pequeña sigue estudiando allí, pero muchos otros, cuenta su madre, han preferido marcharse, tal y como avala el ejemplo de Vidal. Por el momento, el colegio rechaza pronunciarse al respecto.