Los ayuntamientos de Gavà y Castelldefels han decidido cerrar su litoral de cara a la verbena de San Juan, con el objetivo de evitar las aglomeraciones habituales en esta fecha y no poner en riesgo la mejora de los indicadores epidemiológicos.
De esta forma, ambos consistorios seguirán las recomendaciones dictadas por el Procicat, en contraposición con Barcelona, que informó de que la gente podría ir a la playa, aunque con restricciones severas y bajo un estricto control policial.
Dispositivo de vigilancia
Los dos municipios metropolitanos establecerán fuertes dispositivos policiales para evitar que la gente pueda llegar a la arena, así como para evitar que se consuman bebidas alcohólicas en la calle. La situación de Gavà difiere, dado que también mantendrá estas medidas durante la verbena de San Pedro, prevista para el próximo 29 de junio.
A pesar de que no se podrá celebrar la fiesta como de costumbre, si que se permitirá el acceso a los chiringuitos y restaurantes de las playas, siempre que tanto los establecimientos como los clientes respeten las medidas sanitarias dictadas. A pesar de todo, la decisión de estos dos municipios ha sorprendido dado que, tras la reunión de ayer entre dirigentes de Barcelona, Sant Adrià del Besòs, Badalona, Viladecans y El Prat de Llobregat, el teniente de la alcaldía de Prevención y Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, explicó que la "voluntad" del conjunto de municipios metropolitanos era mantener abiertas sus playas, a pesar de existir matices entre ellos en la forma de aplicación.