Fin al negocio de hostelería del Monasterio de Poblet. La fundación Populus Alba, rectora de las actividades de la célebre abadía cisterciense, ha decidido echar el cierre once años después de la reapertura debido a la delicada situación económica que atraviesa, con una deuda próxima al millón de euros.
La decisión conducirá a un total de 15 trabajadores a engrosar las listas del paro. De ellos, 13 pertenecen al negocio de la hostelería mientras que otros dos desempeñaban las funciones de guías turísticos.
ERE para 12 trabajadores
Como anunció a finales de abril Crónica Global, la precaria situación financiera de la fundación llevó a tomar la decisión de negociar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 12 de los trabajadores de la plantilla. En aquel momento, esta medida se presentó como alternativa al concurso de acreedores, que también estuvo encima de la mesa, según confirmó a este medio Carlos Zarco, secretario de la fundación y abogado laboralista que tutela el proceso.
El negocio de hostelería del Monasterio de Poblet se inauguró en 2010 y supuso una inversión de 7,6 millones de euros, costeada por la Administración autonómica y también por el Estado, que es el propietario del edificio.
Patrimonio de la Humanidad
Al parecer, la decisión llega tras la acumulación de notables pérdidas económicas en los últimos ejercicios, que han generado críticas a la labor de gestión de la fundación. En principio, los responsables del Monasterio tratarán de mantener las visitas al conjunto histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y que forma parte de la Ruta del Císter.
Además de lugar de peregrinaje religioso y cultural, Poblet presume de albergar un importante archivo que contiene el fondo documental Tarradellas i Macià, legado por la familia del expresidente catalán exiliado durante el franquismo, Josep Tarradellas.