Los Mossos d'Esquadra investigan cinco casos de estafa a casas rurales en Alcover, Banyoles, Solsona, Premià de Mar y Vilanova i la Geltrú en las que falsos inquilinos han organizado fiestas ilegales en el alojamiento reservado, que han dejado sin pagar. Lluís Corbella, dueño de la casa afectada en Alcover, ha hecho público este viernes en una entrevista en RAC1 que las personas que en principio habían alquilado las instalaciones montaron una macrofiesta de más de un centenar de jóvenes.
El propietario ha detallado a la agencia Efe que su casa rural Mas Corbella, ubicada en esta localidad de Tarragona, ha sufrido desperfectos valorados en 5.000 euros. Pero el alquiler pactado con la falsa inquilina, otros 5.000 euros, tampoco se ha pagado.
Fingen ser extranjeros
Los organizadores de la fiesta hicieron creer al propietario que los inquilinos eran una familia extranjera que se hospedaría una semana en el establecimiento. Mediante este engaño y alegando que las transferencias internacionales se demoran unos días, se hicieron con las llaves de la casa sin haber hecho pago alguno y convocaron el evento multitudinario.
Según el afectado, la fiesta ha dejado la casa completamente destrozada, llena de rastros de alcohol, drogas y tanta basura que se ha necesitado un camión para retirarla. Corbella ha lamentado las pérdidas de 10.000 euros ocasionadas, pero ha agradecido a sus vecinos la ayuda para limpiar la casa, que ha quedado lista para volver a alquilar este mismo fin de semana.
30 jóvenes identificados
Guillem Goset, jefe de Control de Proximidad de los Mossos, ha señalado a Efe que los falsos inquilinos suelen usar la documentación de otra persona para hacer la reserva y fingen ser extranjeros. La policía sospecha que envían correos masivos en busca de una víctima: aprovechan que este tipo de reservas se hace a distancia --por teléfono o internet-- y el mal momento por el que pasa el sector hostelero, que hace bajar la guardia a los propietarios si encuentran a un buen cliente.
El cuerpo policial aconseja extremar las precauciones antes de dar las llaves y, a ser posible, asegurar la casa y asherirse a una federación para tener más herramientas de control. En el caso de la fiesta de Alcover, los agentes identificaron a una treintena de jóvenes e inmovilizaron cuatro coches cuyos conductores estaban bajo los efectos del alcohol y las drogas.