A la espera de qué decidirá hoy el Ministerio de Sanidad sobre qué vacuna recibirán aquellos que han sido inoculados con una primera dosis de AstraZeneca, comienzan a ser mayoritarias las voces que alertan de que mezclar diferentes fármacos puede comportar un alud de denuncias si se manifestasen reacciones adversas.
Entre ellas, destaca la de un grupo de expertos convocados por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada. Estos advierten de que administrar la segunda dosis con Pfizer o Moderna a personas que recibieron la primera de AstraZeneca, puede desatar una “serie de conflictos jurídicos de proporciones imprevisibles”. En su opinión, el objeto de estos procesos judiciales sería el Ministerio de Sanidad, pero también las comunidades autónomas, los hospitales y cualquier instancia que haya intervenido en el proceso de mezcla de vacunas.
Se desconocen los posibles efectos
Estos expertos consideran que priorizar las cuestiones logísticas para conseguir la inmunidad de rebaño “por encima de las cuestiones eminentemente científicas y sanitarias” es una operación "de altísimo riesgo". Señalan que se quebrantan las "pautas del fabricante, que quedaría exonerado de cualquier riesgo y de los organismos que aprobaron el medicamento" y que esto conlleva consecuencias.
Advierten de que el desconocimiento de los efectos que la mezcla de vacunas puede tener sobre la salud de las personas afectadas es incierto y los riesgos existentes son imprevisibles. “Si se sigue con esa tendencia", explican, “inequívocamente se va a producir una cascada de efectos legales, y eventualmente nocivos e incluso peligrosos para la salud de los ciudadanos a los que se administre una segunda dosis de vacuna diferente de la primera”.
Manipulación de medicamentos
Por ello, concluyen que la perspectiva de miles de ciudadanos que interpongan demandas contra cualquier autoridad sanitaria por incumplir las especificaciones concretas de los fabricantes de vacunas “es más que real”. Apunta a que incidirá en el colapso de la administración judicial y al desprestigio de todo el sistema sanitario.
Los analistas del Instituto Coordenadas indican que si se manifiestan efectos secundarios peligrosos para la salud por culpa de la mezcla de dosis, habrá una avalancha de reclamaciones judiciales. “Ya no se tratará de efectos secundarios esperables y que entran dentro del riesgo normal en la administración de medicamentos". En este caso, reiteran esos expertos, “estaremos ante una manipulación de medicamentos y una alteración arbitraria de tratamientos de los que cualquier laboratorio farmacéutico se desentenderá y de cuyas consecuencias serán responsables únicos los poderes públicos”, sentencian.