La patronal Pimec ha reclamado este sábado un nuevo modelo de gestión de los peajes catalanes, basado en un sistema de tarifa flexible, al margen de la titularidad administrativa de las infraestructuras. La idea es sencilla: "quien más la usa, más paga". Esta propuesta surge a raíz de que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno central indica que en 2024 se podría implantar un sistema de pago por uso en la red de carreteras del Estado. Esta novedad podría ser ampliable al resto de vías, que incluyen a las de titularidad autonómica.



En este sentido, Pimec señala en un comunicado que el actual modelo de financiación de las carreteras "es incoherente". En la misma línea, recuerda que siempre ha apostado por un modelo de gestión integral, "independientemente de la titularidad de la infraestructura y que alcance el ámbito geográfico de Cataluña".

“Quien más usa, más paga”

La patronal defiende, además, que la infraestructura tenga en cuenta los avances tecnológicos. En este sentido, las carretereas se deben "mantener a partir de un peaje finalista por su uso, de manera que, quien más la usa, más paga". En el comunicado, el presidente de Pimec Logística-Clúster Logístic de Cataluya, Ignasi Sayol, defiende la implantación de "unas tarifas flexibles, para poderlas modificar o corregir en el caso de equivocación en alguno de sus parámetros".



"El planteamiento ha de ser a largo plazo, ya que hay que evitar implantar un sistema que solo cubra las necesidades financieras a corto plazo". El sistema que defiende la patronal propone un peaje "a dos niveles". Por un lado, estaría la red básica de alta capacidad y, por otro, el acceso a las grandes urbes. Sin embargo, desde el punto de vista tecnológico se pueden integrar los dos ámbitos.

Prioridad a los usos empresariales

Sayol precisa que el sistema de la red viaria de alta capacidad debe ser compatible con la Euroviñeta "y priorizar los usos empresariales frente al vehículo privado, sobre todo si se quiere potenciar Cataluña como plataforma logística del sur de Europa". Ese nivel se ha estructurar a partir del "pago por uso" en función de las infraestructuras existentes, los proyectos futuros, el mantenimiento de la infraestructura existente, la contaminación, congestión, accidentes y, finalmente, los horarios para regular la movilidad.



En lo que se refiere al acceso a las áreas metropolitanas, plantea que los peajes tengan en cuenta el modelo de movilidad y transporte público de las mismas, la regulación del tráfico que se aplica y su eventual integración como un elemento de la T-Movilidad. Este modelo, sostiene Sayol, "es incompatible con el modelo imperante en el conjunto del Estado español", ya que "si se implantase en Cataluña con las características descritas y en el Estado no, se estarían pagando las infraestructuras catalanas a partir de los peajes y las españolas, a partir de impuestos".