La Audiencia de Barcelona ha condenado a un año y diez meses de cárcel a un manifestante ultra de la plaza Artós de Barcelona que golpeó con el palo de una bandera a un mosso.
En su fallo, el tribunal condena al manifestante, Marc R., por un delito de atentado a la autoridad, y lo absuelve del de desórdenes públicos al entender que la manifestación no fue violenta ni se produjo "una alteración de la paz pública".
Disculpas en el juicio
La fiscalía pedía cuatro años de cárcel para el procesado, que en el juicio admitió haber golpeado al agente con el palo de la bandera que llevaba, pero se disculpó por la agresión y afirmó que fue fruto de su "nerviosismo" por la presencia de contramanifestantes de extrema izquierda en la plaza.
La agresión al policía se produjo el 17 de octubre de 2019, cuando en Artós se concentraron centenares de manifestantes antiindependentistas, algunos de ellos con simbología ultra, coincidiendo con la oleada de masivas protestas en las calles que siguieron a la sentencia del procés.
Reunión de ultras
En el lugar habitual de reunión de colectivos ultras también se convocó una contramanifestación "antifascista", lo que obligó a los Mossos d'Esquadra a desplegar a agentes antidisturbios para impedir enfrentamientos entre ambos grupos.
Desde allí, y pese al amplio despliegue policial, un grupo de manifestantes ultras se desplazó después al Eixample con la intención de reventar una concentración de protesta por la condena del 1-O. Fue entonces cuando, una decena de ellos, armados con palos, tubos metálicos y piedras, acorralaron a un joven y le agredieron.
Acusado por pegar a un independentista
Por su presunta participación en ese ataque, el ministerio público --en otra causa-- cinco años de cárcel a cuatro manifestantes ultras, entre ellos Marc R., a quienes acusa de los delitos de lesiones con la agravante de abuso de superioridad y de actuar por motivo de discriminación ideológica, aunque el caso todavía no ha llegado a juicio.
De hecho, Marc R., vecino de Premià de Mar, fue detenido días después por su supuesta participación en la agresión en grupo, después de que su fotografía circulara por las redes sociales vinculándolo a colectivos de extrema derecha.