El Govern ha decidido levantar el toque de queda y levantar el confinamiento perimetral de Cataluña a partir del próximo domingo 9 de mayo, cuando decaiga el estado de alarma en España. Queda aparcado, por tanto, el decreto que preparaba el Ejecutivo autonómico para mantener las restricciones por el coronavirus más allá de esta fecha, que debía ser avalado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Así lo ha anunciado el vicepresidente de la Generalitat en funciones de presidente, Pere Aragonès, en una rueda de prensa conjunta con la consejera de Presidencia y portavoz, Meritxell Budó. Con todo, Aragonès ha asegurado que el Govern dispone de otras "vías jurídicas" que aplicará si lo estima necesario: "Si empeora la situación, no descartamos medidas".
Caos legislativo
"No necesitamos una modificación legislativa urgente", ha aseverado el vicepresidente, que ha subrayado que "antes de entrar en un embrollo juridíco" prefiere esperar un tiempo y ver cómo evoluciona la situación tanto pandémica como legal: "Como esta herramienta no la necesitamos urgentemente, podemos parar unos días", ha señalado.
En la misma línea, Budó ha recordado que el toque de queda "limita los derechos fundamentales", por lo que se ha mostrado partidaria de retirarlo tan pronto como sea posible. Con la decisión del Govern, se confirma que el toque de queda del próximo domingo durará solo dos horas: entrará en vigor con normalidad a las diez de la noche, pero quedará sin efecto a medianoche al expirar el estado de alarma.
Desescalada "gradual"
Tanto Budó como Aragonès han insistido en que la retirada del toque de queda se debe a la mejora de la situación de la pandemia y no a una incapacidad de establecer un marco normativo que susituya al estado de alarma. Según el vicepresidente, se ha llegado a esta decisión "analizando los datos epidemiológicos y en concordancia con el buen ritmo de la vacunación". Sí ha reconocido que "hay una interlocución operativa fluida entre los servicios jurídicos de la Generalitat y el TSJC", aunque no ha revelado las "consultas técnicas" trasladadas al alto tribunal catalán ni las respuestas obtenidas.
Aunque decaiga el toque de queda, se mantendrá vigente la hora de cierre de los bares y restaurantes a las once de la noche y el máximo de seis personas en encuentros sociales. "No introduzcamos elementos de confusión", ha justificado Aragonès. "Lo que no se puede hacer es hacer todo a la vez", ha destacado, por lo que ha apuntado a una "desescalada gradual".