Los Mossos d'Esquadra han detenido en Barcelona al presunto autor de varios robos a bares regentados por ciudadanos chinos en la provincia de Valencia. Presuntamente, el ladrón drogaba con benzodiacepina a sus víctimas para anular su voluntad y sustraer el dinero de sus bolsillos y de la caja registradora.
El juzgado de instrucción número 25 de Barcelona, en funciones de guardia, ha acordado este jueves enviar a prisión al detenido, que tenía una orden de búsqueda por el juzgado 4 de Valencia por un delito de robo con violencia o intimidación en diversos bares utilizando, supuestamente, sustancias narcóticas. Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el detenido tiene abiertas otras causas por hechos parecidos en establecimientos de restauración en la provincia de Barcelona.
'Estudiaba' el escenario
La Policía Nacional ha informado de que el sospechoso, de 49 años y que estaba en busca y captura a nivel nacional, fue detenido este martes, día 20. Le achacan cuatro robos, dos en Valencia, uno en Mislata y otro en Alaquás, con el mismo modus operandi, y en los que robó casi 7.000 euros. Dos de los robos más recientes se produjeron en febrero y marzo de este año, y los otros dos, en enero y julio de 2020. Según han relatado, se trata de cuatro bares regentados por ciudadanos de nacionalidad china, a los que acudía días antes de perpetrar el robo para "estudiar a los empleados y a los clientes e incluso ganarse la confianza" del dueño o los camareros.
Días después, acudía al local y pedía una consumición y en el momento que consideraba apropiado echaba la benzodiazepina en la bebida del camarero, a veces un café. La sustancia anulaba la voluntad de la persona y le generaba malestar, desorientación e incluso desmayo, momento que aprovechaba para robar el dinero que pudieran llevar encima y el de la caja registradora.
Los robos en Barcelona
El pasado 26 de marzo, los Mossos lo detuvieron por sedar a una camarera en un bar de la Zona Franca de Barcelona para robar la recaudación de la caja registradora, y le atribuyeron tres hurtos más en dos bares de la ciudad y otro en Esplugues de Llobregat. Lo identificaron a raíz de un robo el 17 de marzo en un bar de Barcelona, en el que la trabajadora explicó que estaba mareada y creía que el sospechoso le había echado alguna sustancia en el café porque era consciente de que le estaba robando pero no podía reaccionar.
Tras pasar a disposición judicial, quedó en libertad con cargo pero gracias a aquella detención, el Juzgado de Valencia lo reconoció y ha podido seguir con la investigación. Finalmente ha quedado detenido, y el juez ha decretado su ingreso en prisión