La madre de Laia, la menor de 13 años años asesinada en Vilanova i la Geltrú en 2018, ha testificado este martes ante la Audiencia de Barcelona, donde se ha dirigido al autor confeso del crimen, Juan Francisco L.: "Espero que el miedo no te deje vivir nunca más. Morirse es malo, pero morirse contigo encima, con tu olor y con tu peso, como le pasó a mi hija...".
Ambos progenitores, que han prestado testimonio esta mañana, han detallado que la pequeña era una niña alegre. "Buena, obediente y trabajadora", en palabras del padre, y "que siempre estaba contenta, que le encantaba aprender, nunca estaba de mal humor, y muy cariñosa", en las de la madre.
Petición de prisión permanente
La fiscalía y la acusación particular reclaman prisión permanente revisable para el hombre de 45 años, por matar y agredir sexualmente a la niña, mientras que su defensa alega homicidio imprudente, porque este la habría confundido con un ladrón. El crimen se produjo el 4 de junio de aquel año, en el 1º 1ª del 26 de la avenida Cubelles del municipio.
La pequeña bajó de casa de sus abuelos paternos, un piso más arriba, para reunirse con su padre, que había aparcado en esa misma calle, para ir a recogerla. La niña no llegó a la calle. Tras dos horas de búsqueda, fue uno de sus tíos quien encontró su cuerpo sin vida bajo un colchón de casa del acusado.
Dos llamadas al piso del acusado
También esta mañana, ante el Tribunal del Jurado, este familiar ha detallado que acudió al citado piso sobre las 20.30 horas de aquella fecha. El acusado abrió la puerta pasado un buen rato, ataviado con toalla de ducha. Le dijo que acababa de llegar de trabajar, que no sabía nada de la menor, y la cerró.
Pasados unos minutos, el hermano del padre de Laia volvió a llamar a la puerta. "Esa indiferencia que mostraba escondía alguna cosa. No empatizó en absoluto con lo que estaba pasando en la calle", ha señalado. Y es que a aquellas horas decenas de vecinos ya buscaban a la menor por los alrededores del inmueble de sus abuelos.
Uno de sus tíos encuentra el cuerpo de Laia
Esa segunda vez, el tío, junto a otro de sus hermanos, trasladó a Juan Francisco que iba a entrar en su piso. "Nos habíamos quedado con la duda, y queríamos asegurarnos de que no estaba allí dentro", ha detallado. Este les espetó que no podían entrar, que tenían que esperar a su madre, pero el familiar recordó que la mujer estaba en estado terminal, ingresada en un centro hospitalario.
Así accedió al inmueble ante la pasividad del acusado. "Entré en una habitación que estaba a oscuras, pero entraba luz del recibidor. En la parte baja de la pared vi unas manchas de color rojo. Pensé que era pintura, pero cuando me acerqué y las toqué vi que estaban húmedas. Encendí el interruptor, y vi que estaba todo deshecho. Empecé a quitar cosas y cuando levanté el colchón vi el cuerpo de mi sobrina", ha relatado en la sala.
Declaración de los testigos
El juicio arrancó el viernes pasado con la selección del jurado y este lunes se sucedieron los alegatos iniciales de cada una de las partes así como la declaración de varios testigos. A lo largo de esta jornada, tras los familiares de la víctima, lo harán los investigadores. Está previsto que el procesado lo haga en último lugar, antes de los informes definitivos.