La vuelta al confinamiento comarcal este viernes, 9 de abril, ha suscitado críticas municipales, comarcales y de diferentes sectores económicos, que resultan de un hartazgo por las diferentes medidas para frenar los contagios del Covid-19 decretadas por el Govern. La primera en posicionarse fue la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien ayer miércoles reclamó un “confinamiento metropolitano”.
“Barcelona contiene un riesgo añadido porque es una de las ciudades más densamente pobladas de Europa”, ha asegurado la también líder de BComú esta mañana en Catalunya Ràdio. La alcaldesa ha recordado que la restricción de aislamiento debería ser del área metropolitana atendiendo que “los municipios del cinturón están conectados por el metro, por ejemplo, y conforman la misma trama urbana”. Por ello, ha solicitado al Govern que adapte las medidas a la “singularidad barcelonesa”, aunque a Salud le “resulte más cómodo tratar la realidad catalana de una misma manera”.
Apoyo metropolitano
Los alcaldes de las ciudades y pueblos del área metropolitana de Barcelona han comenzado a dar sus opiniones respecto a la propuesta de Colau de un confinamiento más allá de las comarcas que restrinja la movilidad en el cinturón. Los municipios que se han sumado a que el aislamiento sea de carácter metropolitano han sido Badalona, L’Hospitalet de Llobregat, Sant Adrià del Besòs y Viladecans que hablan de “realidad metropolitana”. Es el caso, por ejemplo, del popular Xavier García Albiol, quien ha secundado la iniciativa en redes sociales y ha recordado que "los municipios del entorno de Barcelona no podemos obviar que el área metropolitana es una realidad más lógica y por ello ese debería ser el criterio de cierre".
Solo Tiana, una pequeña localidad en el Maresme, se ha posicionado de forma abierta a favor de las restricciones de movilidad aprobadas por el Govern para este viernes, 9 de abril.
“Se han de plantear límites que la gente conozca. La ciudadanía está cansada y necesita claridad, porque necesita medidas que la gente sepa en qué fase está”, ha recriminado al Govern la alcaldesa de Barcelona este jueves. Colau ha solicitado, en sus funciones como primera edil de la capital catalana y presidenta del área metropolitana (AMB) que “las medidas se adapten a las singularidades como la ciudad de Barcelona y su área metropolitana, porque la gente necesita un espacio suficiente de movilidad”.
La Alta Ribagorça pide volver a la región sanitaria
El consejo comarcal de la Alta Ribagorça, por otro lado, ha reclamado al Govern que el confinamiento para frenar la pandemia del Covid-19 sea por región sanitaria y no por comarcas, lo que permitiría movimientos entre esta comarca y el Alt Urgell, la Cerdanya, el Pallars Jussà, el Pallars Sobirà y el Vall d'Aran, todas de la región Alt Pirineu i Aran. María José Erta, presidenta del organismo territorial, ha instado a Salud a reconsiderar la decisión y que “tengan en cuenta las especificidades de cada territorio”.
La presidenta ha asegurado “que están obviando las necesidades de movilidad que son esenciales” y ha añadido que el confinamiento comarcal tiene un alto impacto sobre todo en el sector comercial, hotelero y de restauración. En este sentido, Erta ha recordado que la Alta Ribagorça es zona limítrofe con Aragón y que muchos núcleos pequeños de la comunidad colindante utilizan sus equipamientos y servicios por proximidad.
“Salvaconducto cultural”
Por último, más allá de las críticas de las diferentes administraciones públicas a la medida decretada por el Ejecutivo catalán, se han comenzado a sumar diferentes sectores económicos de Cataluña. Este es el caso de las entidades del tejido cultural del territorio como la asociación de empresas de teatro de Cataluña (Adetca), la asociación de salas de conciertos (Asacc) y la asociación profesional de representantes, promotores y managers (ARC), quienes han reclamado este jueves que las entradas se conviertan en un “salvaconducto cultural” ante el regreso del confinamiento comarcal.
El sector cultural ha pedido al Govern “no generar un mayor perjuicio” del que provocan aforos al 50% y el toque de queda, vigente desde hace meses. Las entidades han afeado “la poca previsión” con las que el Ejecutivo anuncia las nuevas medidas y la “falta de sensibilidad” hacia unas empresas en situación frágil.