Las obras para construir un nuevo colector en la avenida Diagonal han dejado a la vista unos restos arqueológicos entre las confluencias de la arteria con la calle Bailén y calle Girona.
Tan rápido como se ha conocido la noticia, algunos usuarios de Twitter han tenido curiosidad sobre el misterioso hallazgo. Por su parte, el Servei d'Arqueologia de Barcelona ha informado de que contaban con la posibilidad de encontrar este tipo de elementos durante las excavaciones. Sin embargo, este imprevisto no tendrá ninguna influencia en los plazos de ejecución de las obras.
Del siglo XIX
La arqueóloga Carme Miró i Alaix, encargada del Plan Bàrcino, ha puesto un poco de luz sobre este tema. En este sentido, en su cuenta de Twitter ha explicado que son estructuras levantadas en el siglo XIX, y que la mayoría son depósitos recubiertos con baldosas de cerámica. Lo que está claro es que, fuera lo que fuera, estuvo en pie poco tiempo.
Según ha explicado El Periódico, tras consultar el mapa que levantaron los franceses a principios de siglo XIX y compararlo con el actual, se puede determinar que en el emplazamiento del hallazgo existía un viñedo, rodeado de torrentes, acequias y campo en general, lo que demuestra el pasado agrícola y verde de L'Eixample. En los mapas de Vila de Gràcia de 1845 y en el que elaboró Ildefons Cerdà en 1855, si que se ve un edificio, que perdura hasta el mapa de 1880 del Institut Cartogràfic. Sin embargo, desaparece en el plano que se elabora una vez urbanizada la Diagonal. Es difícil determinar con exactitud que había exactamente en esa zona, pero como ha explicado Miró i Alaix, tendría que ver con depósitos y, por tanto, seguramente con la manipulación de líquidos.